La Junta, una pequeña localidad ubicada al oeste del estado de Chihuahua, fue la sede de la Tercer Convivencia Académica y Cultural Interbachilleres, un evento anual en donde alumnos de los colegios de bachilleres participan en concursos de índole académico y cultural, el cual tuvo lugar el 4 de mayo de 2016. Entre las categorías culturales se encontraban: escultura, dibujo, oratoria, cuento, ensayo, poesía, declamación y canto.
Decenas de alumnos de toda la región pasaron semanas practicando, perfeccionando y dando los últimos detalles a su obra, para así poder presentarla ante un jurado conformado por distintos profesores de las múltiples instituciones participantes.
La convivencia, dio inicio aproximadamente a las 8 a.m., empezó con el desarrollo simultáneo de todos los concursos, donde los estudiantes de toda la región mostraron sus habilidades artísticas en las múltiples disciplinas que conformaron este evento.
Los bachilleres que participaron en esta convivencia fueron de tele bachilleres de distintas partes de la región chihuahuense, entre los que se encuentran Cieneguita, Lo de Gil, Pedernales, La Quemada, Matachi, Ariciachi, Páramo de Morelos, Basuchil, Tacuba, Pachera y Ciénaga de ojos azules.
Con los estudiantes preparados, al igual que los profesores, el evento dio inicio en Un salón acondicionado para el evento.
Escultura
Para el evento de escultura, los participantes debían llevar todos los materiales con los que iban a trabajar. Con un tema libre, la facilidad de usar cualquier material y cinco horas para completar su obra, los alumnos se dispusieron a darle forma a su imaginación moldeando los materiales que llevaban consigo en figuras de toda clase.
Durante las siguientes horas, todos los participantes estaban plenamente concentrados en la construcción de sus obras, mostrando esculturas de todo tipo hechas con diversos
materiales, entre los que se enlistaban un poco de metal y plastilina. La creatividad e imaginación de cada estudiante se hizo notar mientras trabajaban arduamente en el diseño de sus esculturas, poniendo suma atención hasta en el más mínimo detalle entre periodos de descanso, revisiones a la escultura y algunos detalles finales.
Al concluir el tiempo, los participantes presentaron su obra ante un juez, el cual calificaría la originalidad, la técnica y el material con el que se hizo cada escultura.
Entre las obras presentes había una amplia gama de diseños. Esculturas de todo tipo, con formas y colores variados fueron presentadas ante el jurado.
Al final, y después de una controversial decisión del jurado, la escultura ganadora fue la de Mario Alberto Rascón, del tele bachillerato de Pedernales, quien hizo un dragón negro, constituido únicamente con plastilina y alambre, seguido de Walter Villalba, de Ciénaga de Ojos Azules, con su escultura de la serpiente emplumada y la pirámide, hecha con los mismos materiales que la del primer lugar.
Pintura y dibujo
Para estas categorías, los concursantes tenían las mismas cinco horas para realizar su obra. Muy similar a la categoría de escultura, en pintura se iban a evaluar la originalidad y los materiales.
Un poco diferente fue la categoría de dibujo, ya que esta solo involucraba papel y lápiz.
Mientras el tiempo pasaba, los concursantes de este se apresuraban a darle forma a su obra sobre un lienzo que ellos llevaban, o papel y lápiz en el caso de la otra categoría. Sin una imagen que los guiara, los estudiantes dieron rienda suelta a su imaginación y creatividad, revelando lo que había en la mente de cada uno de ellos, mostrándonos diferentes imágenes, perspectivas e ideas.
A pesar de que algunas obras eran más detalladas que otras, todas mostraban cierto grado de pasión por la pintura y el dibujo, así como se podía ver esto también al momento de ver a los alumnos de bachillerato trabajar en ellas.
Cada uno de ellos, perdido en el propio universo de su creatividad, detallaba y trazaba con suma precisión sobre el lienzo que portaban ellos mismos. A pesar de que algunos se veían desesperados y otros más relajados, los alumnos terminaron disfrutando cada momento de la competencia, ya que era una forma de liberar las imágenes que había en su mente y trabajar en aquello que de verdad los apasiona.
Durante varias horas solo podían escucharse los trazos, borrones y algunos ruidos en aquel salón acondicionado para el evento. Era evidente la concentración de todos los participantes.
Las cinco horas terminaron y los pocos participantes de cada categoría expusieron sus obras ante el jurado. Algunas muy detalladas, y otras, lamentablemente, descalificadas por su “falta de creatividad”.
Al final los ganadores de cada categoría fueron Rito Adrian Castillo, de Pedernales, quien presentó una rosa en la categoría de dibujo, y Valeria Pacheco, de Pedernales, con un cuadro de Frutas hecho con colores pastel, en la categoría de pintura.
Cuento
Para el concurso de cuento, la dinámica fue diferente. A los participantes, los cuales no eran tantos como en las otras categorías, se les dio una lista de alrededor de diez palabras de todo tipo, las cuales debían estar incluidas en el relato que iban a desarrollar. El cuento debía de ser de al menos 300 palabras y se les calificaría la redacción, el número de palabras, la ortografía, la trama y el que este tuviera las 10 palabras señaladas al principio.
Con cinco horas para escribir su relato de temática libre, los pocos alumnos participantes de este evento se sumergieron en las hojas en blanco que se les proporcionó. Durante varias horas, el salón estuvo en total silencio. El único ruido que se lograba escuchar era el de las plumas escribiendo rápidamente sobre el papel.
A diferencia de los concursantes de escultura, pintura o canto, quienes ya habían ensayado su obra y tenían una noción de lo que iban a hacer, los participantes de la modalidad de cuento no sabían que palabras serian las que se les proporcionaría para su redacción, es por eso que debían ser capaces de darle forma a una narración totalmente nueva para ellos.
Al finalizar, se entregaron al jurado historias de todo tipo. Temas como el romance, el misterio, la fantasía, e incluso el terror fueron los usados en los relatos concursantes. A pesar de tener algunas fallas en la redacción, los relatos se mostraron bastante originales y con gran potencial de ser grandes historias con un poco más de dedicación y esfuerzo por parte de los autores.
Concluidos los concursos, se dieron las premiaciones. Placas conmemorativas fueron otorgadas a los alumnos ganadores del primer y segundo lugares de cada una de las categorías. Entre aplausos y algunos gritos por parte de los espectadores, en su mayoría familiares de los participantes, cada uno de los destacados ganadores de las múltiples categorías de ciencia y artes subió a recibir su reconocimiento a su esfuerzo y talento. Algunos apenados, otros orgullosos, pero al final, todos satisfechos por su participación.
El sol se ponía y, después de un arduo día de competencia, los alumnos, acompañados de los maestros, recibieron alimento por parte de la escuela anfitriona. En ese momento, los muy satisfechos alumnos dieron por concluido el evento.
Durante el transcurso del evento hubo ver obras de todo tipo, demostrando una vez mas que cada cabeza es un universo y que todos tenemos una perspectiva diferente del mundo que nos rodea, sin embargo, algo que todos los alumnos compartieron ese día fue la pasión por el arte. Sin importar el mucho o poco talento que todos ellos demostraron durante las competencias, cada uno de ellos se esmeró al máximo.
El ingeniero Jesús Chávez Téllez, quien es profesor de matemáticas en el tele bachillerato de La Junta, además de haber sido el encargado de coordinar y preparar a todos los alumnos que iban a participar en las categorías, no solo de ciencia, si no de arte también, comentó al respecto: “Tanto los eventos académicos como culturales y deportivos fomentan en los jóvenes el estudio y el esfuerzo pero, sobre todo, la motivación a superarse. Fue muy notable el desempeño de todos los alumnos pero, mas que nada, la convivencia que hubo entre compañeros del mismo plantel y de otros planteles”.
El profesor Chávez también afirmó que en comunidades como La Junta y otras de la región, la mayoría de la población adulta solo tiene estudios que llegan apenas a la secundaria terminada. El hecho de motivar a los alumnos a participar en este tipo de concursos sirve para que estos vean que pueden salir adelante y que puedan encontrar una manera sana de expresarse.
Este tipo de eventos deben ser fomentados, no solo en comunidades rurales como lo es La Junta, si no en planteles de todo tipo. El hecho de que vivamos en una sociedad acelerada y cada vez mas mecanizada, ha provocado que las artes y la cultura en si este quedando en segundo termino.
Eventos, concursos, presentaciones, y el impulso y motivaciones adecuados en estos aspectos, pueden ser de gran utilidad para los jóvenes, no solo para ayudarlos a desarrollar sus talentos y su creatividad, si no para darles una manera positiva en que enfocar su energía y sus ánimos, alejándolos así de aspectos negativos como las adicciones y la delincuencia.