La máxima goleadora de la selección española femenil (campeonas del mundo 2023) y actual centrocampista de las Tigres en la liga femenil mexicana, Jenni Hermoso se hizo ganadora del Premio Sócrates en la gala del Balón de Oro, dicho premio se entrega a atletas que durante todo este tiempo han llevado a cabo actividades en beneficio a la comunidad y el mejoramiento del espacio deportivo.
El camino de Jenni para ganar este premio tomo peso el día en que se coronó como campeona del mundo cuando el presidente de la Federación Española de Futbol, Luis Rubiales la agarro de la cara y la beso en el momento de la celebración de la copa del mundo, dicho acto no fue de la gracia de Hermoso siendo que su relación con Rubiales siempre fue profesional, la jugadora comento que el beso fue incómodo y que nunca acepto el trato, días después Rubiales en un comunicado arremetió contra la española diciendo que el beso fue consensuado.
La futbolista, con el hashtag #SeAcabó, reafirmó que el beso nunca fue consentido, lo que desató una ola de apoyo y se volvió viral. Entre la comunidad futbolista femenil, donde compañeras de equipo como la delantera Alexia Putellas en Twitter se unieron al movimiento. El movimiento creció con tal fuerza que 31 jugadoras de la selección española decidieron no participar en futuros partidos representando al país, mientras el director técnico y Rubiales permanecieran en sus respectivos cargos.
El 24 de agosto del 2023, la FIFA abrió un expediente disciplinario contra Luis Rubiales, presidente de la RFEF, y lo suspendió temporalmente de toda actividad futbolística a nivel nacional e internacional. El Consejo Superior de Deportes también presentó una solicitud formal ante el Tribunal Administrativo del Deporte, acusando a Rubiales de posibles violaciones a la Ley del Deporte. El 6 de septiembre, Jenni Hermoso presentó su denuncia ante la Fiscalía General del Estado, mientras que la Fiscalía de la Audiencia Nacional presentó una querella contra Rubiales por agresión sexual y coacciones. El 10 de septiembre, Rubiales renunció a sus cargos en la RFEF y la UEFA, y al día siguiente, la Audiencia Nacional admitió la querella. Finalmente, el 30 de octubre, la Comisión Disciplinaria de la FIFA lo inhabilitó durante tres años para desempeñar cualquier actividad relacionada con el fútbol.
Este acontecimiento marcó un precedente en la historia, no solo en el fútbol femenino, sino en todos los deportes. Atletas de diversas disciplinas se unieron en solidaridad con Jenni Hermoso, no solo en un acto de sororidad, sino también compartiendo experiencias similares, evidenciando así la cantidad de situaciones que muchas mujeres deben soportar debido a la falta de apoyo y protección en el ámbito deportivo.
El movimiento #SeAcabó se ha convertido en un símbolo no solo para las atletas actuales, sino para futuras generaciones. En sus propias palabras, al recibir el Premio Sócrates, la futbolista española compartió: “Me desperté recordando las palabras de una niña que me dijo que soñaba con ser futbolista como yo. Esa niña merece un fútbol femenino libre de prejuicios y libre de violencia de género.”
Esto nos recordó al mensaje que compartió en México, al ser ingresada al Salón de la Fama del Pachuca: “A todas esas personas que no tienen un altavoz para hacerse escuchar, quiero decirles que esta lucha es de todos. Ganamos en el campo y fuera de él para construir un deporte y una sociedad inclusiva que nos protejan a todos. Y a todo el mundo quiero decirles: ¡Se acabó! Soy Jenni Hermoso, soy jugadora de fútbol y soy esa niña que logró ser campeona del mundo.”