Cuando pensamos en Halloween, lo primero que viene a la mente son disfraces aterradores, calabazas talladas y niños gritando “¡truco o trato!”, mientras recorren las calles en busca de dulces. Sin embargo, detrás de toda esa diversión se esconde una historia mucho más antigua y misteriosa: una festividad pagana celta que marcaba el final del verano y el inicio del invierno. Hablamos de Samhain, el verdadero origen de Halloween.
Un viaje de 2,000 años al pasado
Hace más de dos milenios, los celtas, un grupo de tribus que habitaba regiones de Europa como Irlanda, Escocia y Gales, celebraban una festividad conocida como Samhain, que literalmente significa “fin del verano”. Para los celtas, el 31 de octubre no era solo una fecha más en el calendario. Era el momento en que el velo entre el mundo de los vivos y los muertos se volvía más delgado, permitiendo que los espíritus de los difuntos vagaran por la Tierra.
Los celtas no solo aceptaban la presencia de los espíritus en su mundo, sino que tomaban medidas para protegerse de aquellos que no venían con buenas intenciones. Grandes hogueras iluminaban la oscuridad de la noche, y los celtas se disfrazaban con pieles de animales para confundir a los espíritus malignos. Suena familiar, ¿verdad? Esta tradición ancestral es lo que dio origen a los disfraces que hoy vemos cada Halloween, aunque probablemente en la antigüedad no había vampiros ni zombis caminando por las aldeas celtas.
El truco o trato celta
Otra curiosidad interesante es el origen del famoso “truco o trato”. Durante Samhain, los celtas dejaban ofrendas de comida fuera de sus hogares para apaciguar a los espíritus que vagaban por la Tierra. ¡Quién diría que siglos después esto evolucionaría en hordas de niños pidiendo caramelos por las calles! Lo que hoy nos parece un juego inocente, en sus inicios era una forma de asegurarse de que los espíritus no causaran estragos en la vida diaria.
La influencia romana y el cambio del tiempo
Con el paso de los siglos, los romanos invadieron tierras celtas, y sus propias festividades se mezclaron con las de Samhain. Los romanos también honraban a los muertos durante el Feralia, y adoraban a la diosa Pomona, de las frutas y árboles, lo que explica por qué hoy en Halloween vemos manzanas en algunos juegos, como el clásico “bobbing for apples” (donde los participantes intentan sacar manzanas de un barril de agua con los dientes).
Sin embargo, no sería hasta la llegada del cristianismo cuando la festividad celta experimentaría un cambio definitivo. En el siglo VII, el papa Bonifacio IV instituyó el Día de Todos los Santos el 1 de noviembre, buscando “cristianizar” Samhain. A pesar de este esfuerzo, muchas de las tradiciones paganas continuaron, especialmente en regiones como Irlanda y Escocia, donde la antigua festividad persistía con fuerza.
Elizabeth Krebs: La mujer que salvó Halloween
Con el tiempo, Halloween llegó a Estados Unidos, gracias a los inmigrantes irlandeses y escoceses en el siglo XIX. Y aunque se estaba convirtiendo en una fiesta popular, no fue hasta principios del siglo XX cuando Elizabeth Krebs, una mujer visionaria de Kansas, ayudó a transformar Halloween en la fiesta comunitaria que conocemos hoy. ¿Cómo lo hizo? Organizando fiestas con disfraces para evitar que los jóvenes causaran destrozos en la noche de Halloween. ¡Una idea brillante que cambió el curso de la festividad!
De los espíritus celtas a las calabazas talladas
Si hay un símbolo de Halloween que todos reconocemos es la calabaza tallada o “Jack-o’-lantern“”. Esta tradición proviene de una leyenda irlandesa sobre un astuto hombre llamado Stingy Jack, que engañó al diablo y fue condenado a vagar eternamente con solo una lámpara hecha de un nabo. Cuando la tradición llegó a América, los nabos fueron reemplazados por calabazas, ya que eran más abundantes y fáciles de tallar. ¡Y así nació la emblemática calabaza de Halloween!
Halloween hoy: Una mezcla de culturas
Lo fascinante de Halloween es cómo ha evolucionado a lo largo de los siglos, nutriéndose de diversas culturas y costumbres. Desde las hogueras celtas hasta los desfiles de disfraces y la recolección de golosinas en las casas, la festividad se ha transformado en una celebración global llena de diversión, creatividad y un toque de misterio.
Sin embargo, en muchos lugares del mundo, las tradiciones que honran a los muertos mantienen un tono más espiritual y de respeto. En México, por ejemplo, el Día de los Muertos es una festividad que celebra la vida de los seres queridos que ya no están, con altares coloridos, flores y alimentos que honran su memoria. Aunque el Día de los Muertos y Halloween tienen similitudes, cada una de estas celebraciones ofrece una visión única sobre cómo las diferentes culturas ven el ciclo de la vida y la muerte.
Samhain: Una tradición que vive en Halloween
A lo largo de los siglos, Samhain ha dejado una huella imborrable en lo que hoy conocemos como Halloween. Desde los disfraces y las calabazas hasta la creencia en lo sobrenatural, esta antigua festividad celta sigue viva en la manera en que celebramos el 31 de octubre. La próxima vez que te pongas un disfraz, pidas dulces o enciendas una calabaza, recuerda que estás participando en una tradición que tiene más de 2,000 años de historia.
Así que, mientras te preparas para Halloween este año, no olvides rendir homenaje a los orígenes místicos y ancestrales de la festividad. ¡Después de todo, nunca sabes qué espíritus podrían estar caminando entre nosotros esa noche!
Referencias:
Lèpoka Oficial. (2016, 31 octubre). Lèpoka – Samhain (VÍDEO OFICIAL) [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=QdoR-XbH-c8
Vogue México. (2023). ¿Qué significa el Día de Muertos? Vogue.
Autor del post. (2023). Reddit. Recuperado de https://www.reddit.com/r/halloween/comments/17iiwq8/elizabeth_krebs_the_mother_of_halloween/?tl=es-es&rdt=33659
Keating, G. (1857). La historia de Irlanda. Irish American Publishing Company.