La celebración de la educación es primordial y más aún celebrar a los que comparten el conocimiento a las nuevas generaciones, el maestro es una conexión con el saber y los alumnos, logra contribuir al desarrollo de cada país en donde se encuentren asegurando la transmisión de sabiduría; a su vez comparten un rol cívico al preservar la cohesión social. Desde 1918, México ha celebrado a todos los docentes que, con vocación, construyen un futuro a los jóvenes de este país.
La UNESCO declaró el primer día Mundial del Maestro el 05 de 1993 y es que según la organización se creó este día para “llamar la atención de ciertos gobiernos sobre las malas condiciones laborales que deben enfrentar los maestros. En el mundo, los maestros tienen varias condiciones laborables. En ciertos países, los sueldos de los maestros son muy bajos, y a veces ni existen”. Algunos países conservan la primera fecha como oficial, pero algunos otros recalendarizan sus celebraciones atribuyéndolas a algún evento o personalidad afín a la profesión.
Los motivos son diversos: en Argentina se le atribuye la celebración al fallecimiento de Domingo Faustino “el padre del Aula” (11 de septiembre), en Chile los 16 de octubre conmemoran a sus maestros gracias a la fundación del primer colegio de profesores, en Perú la fecha remonta al 6 de julio de 1822, pues es en esa fecha cuando José de San Martín funda la Escuela Normal de Varones. Colombia y México comparten el día 15 de mayo gracias a San Juan Bautista, aquel sacerdote que inicio programas escolares para los hijos de artesanos y niños de escasos recursos.
Día del docente en México.
Allá por el año de 1917 dos diputados de la época, Benito Ramírez y Enrique Viesca Lobatón, presentaron un proyecto para la celebración a meses después de que se aprobará la nueva constitución que rige actualmente la nación. En ese proyecto se expresaba una llamada de atención para la injusticia que sufrían los profesores, al igual que la importancia de honrar y dignificar su labor. Sus peticiones resonaron fuerte en todo el congreso y desconcertó mucho la fecha que estaba impuesta, pues no estaba del todo específica.
El investigador Alejandro Canales asegura para gaceta UNAM que no se esclarecía en ninguna parte de la propuesta porque el 15 de mayo, pero lo que si estaba claro es que las clases formales eran suspendidas, pero se tendría que dejar funcionando las aulas y realizar eventos culturales honrando la profesión educativa. En cambio, el sitio web “Días festivos” menciona que la fecha elegida se propuso para conmemorar la toma de Querétaro y también para homenajear a San Juan Bautista de la Salle.
Juan Bautista de la Salle.
Este personaje nacido en Francia por ahí de 1651, fue un teólogo, sacerdote católico, profesor y pedagogo importante para la distribución igualitaria de conocimiento. Era el hijo primogénito, con 11 hermanos, de Luis de La Salle y de Nicolasa Moët. Tuvo su vocación eclesiástica clara desde muy pequeño y, aunque su padre quería que fuera jurista como él, recibió la tonsura a la edad de 11 años y fue nombrado canónigo de la Catedral de Reims, donde tuvo su formación educativa.
Después de realizar sus estudios de Teología y convertirse en sacerdote, Juan conoce a un maestro de nombre Adrián Nyel que buscaba instalarse en Reims para poder abrir escuelas totalmente gratuitas para los niños pobres. Por medio de él empieza a entrar en contacto con el mundo escolar. Conmovido por la situación de estos pobres que parecían “tan alejados de la salvación” en una u otra situación, tomó la decisión de poner todos sus talentos al servicio de esos niños, “a menudo abandonados a sí mismos y sin educación”.
San Juan abandona su hogar en Reims y con esto renuncia a su religión y fortuna para enfocarse solo en esos niños, organizando la comunidad que hoy llamamos Hermanos de las Escuelas Cristianas. Su propósito se veía obstaculizado rápidamente por las autoridades religiosas que no veían con buenos ojos esta nueva forma de vida, las directrices educativas de aquel tiempo quedaron perturbados por sus métodos innovadores y su absoluto deseo de gratuidad para todos, totalmente indiferente al hecho de saber si los padres podían pagar o no.
A pesar de todo, La Salle y sus hermanos lograron con éxito crear una red de escuelas de calidad, caracterizada por el uso de la lengua vernácula, los grupos de alumnos reunidos por niveles y resultados, la formación religiosa basada en temas originales, preparada por maestros con una vocación religiosa y misionera a la vez y por la implicación de los padres en la educación. Se convirtió en un innovador al implementar centros para la formación de maestros, escuelas de aprendizaje para delincuentes, escuelas técnicas, escuelas secundarias de idiomas modernos, artes y ciencias, cursos dominicales para jóvenes trabajadores y una de las primeras instituciones para la reinserción de “delincuentes”.
Sufrió persecuciones por algunos grupos de docentes y tuvo que acudir a varios juicios por acusaciones falsas. Algunas de sus escuelas fueron cerradas temporalmente. El final de una vida productiva terminó en Saint-Jean el 7 de abril de 1719, dejando como legado una estructura que cambiaría la manera de educar, no solo en Francia, en todo el mundo, contando con más de 80 escuelas lasallistas en el mundo.
Siendo él o no un motivo por el cual se celebra a la educación y sobre todo a los educadores, el reflejar la importancia y lo esencial que son en todas las etapas de un ser humano nos hace reflexionar el cómo valoramos este trabajo. De 100 personas mayores de 15 años:
- 3 no tienen ningún grado de escolaridad.
- 48 tienen la educación básica terminada.
- 27 finalizaron la educación media superior.
- 21 concluyeron la educación superior.
Según estadísticas de la INEGI 2020, únicamente en el Estado de México 3 de cada 100 personas mayores a 15 años no saben leer ni escribir y aunque la asistencia escolar es de un 94%, conforme el adulto crece la asistencia baja a la mitad del porcentaje. Cuidar de nuestros maestros y de la educación es tarea para todos los días