El uso de la espada era común entre los caballeros, es decir, las personas más importantes. En un combate solo se debía de usar si el ataque era mortal, ya que de no atinar bien los golpes se podía romper.
Esto porque la masa del objeto es más que el soporte y también por el forjado medieval que no era del todo bueno.
Mientras que las hachas y martillos, el peso radica en un pequeño lugar, dando que el peso se concentre ahí, y no en todo el objeto, el mango soporta más el peso, siendo muy eficiente en pelea, ya que no se romperá.
Un ejemplo es que si quieres talar un árbol, obviamente el hacha seguirá por muy fuerte que esté el árbol, sin embargo, la espada se va a romper. Otro ejemplo es que si lanzas un hacha o martillo va a empezar a girar en un eje, porque su peso se concentra en un solo sitio. Las hachas, martillos, picos, asadas, mazos, son mejores.
Los mismos escritos medievales afirmaban que se rompían con frecuencia, por eso en las películas y en la vida real, los guardias llevaban lanzas y jabalinas, mientras que la realeza era la que usaba espadas como prestigio y en su mayoría de casos, exclusivamente la tenían paseándola.
De hecho, función principal de la espada era cortar, pero debido a las armaduras de los caballeros, se fueron adaptando para atravesar las armaduras.