Cuando miramos la bandera de México, vemos una de las más hermosas del mundo, una bandera que tiene mucha historia y la cual tiene su inspiración en los orígenes de los pueblos prehispánicos de México.

Se inspira en la leyenda de la fundación de México-Tenochtitlan, lugar donde se encuentra hoy la ciudad de México.

La historia nos cuenta como el pueblo de Aztlán, los cuales eran llamados aztecas partían en busca de la tierra prometida, una tierra la cual localizarían por una señal divina la cual sería encomendando por el Dios de la guerra Huitzilopochtli, el cual indicó establecieran su ciudad donde encontraran a un águila posada sobre un nopal.  Siguiendo este designio, deambularon por varios lugares, siempre en busca de la señal que indicara cuál era la tierra prometida por su dios

Tras varios días de buscar aquel símbolo, por fin lo habían encontrado, un águila posada sobre un nopal devorando una serpiente. Ahí mismo  también se les ordenó que dejaran de llamarse aztecas porque a partir de ese momento serían todos mexicas.

Después de la conquista y ya con un gobierno español firmemente asentado en lo que ya llamaban ciudad de México, se empezaron a usar varias interpretaciones de lo que luego fuera el escudo nacional como una especie de sello para distinguirse del resto de las posesiones de la Corona, la llamada “Águila Mexicana” formada al menos por un águila y una serpiente normalmente sostenida por el águila.

La idea de un escudo nacional fue una de las bases para dar a entender la soberanía del pueblo, no fue hasta el 30 de septiembre de 1966 que se abre un concurso para seleccionar un nuevo diseño del escudo y la bandera. Hasta el 16 de septiembre de 1968 de la mano de los arquitectos Pedro Moctezuma Díaz Infante y Francisco Eppens Helguera  fue presentado el nuevo modelo. Independencia, orgullo e historia son cosas que refleja el escudo nacional mexicano.