LA EMANCIPACIÓN DE AMÉRICA LATINA
Por muchos años América Latina había sido controlada por la Vieja Europa, fue hasta finales del siglo XVIII, cuando comenzaron a verse las primeras luchas de emancipación, el movimiento independentista de Haití en 1790 se levantó y eso se replicó en otros países subordinados.
Los países independizados buscaban convertirse en Repúblicas, pero la consolidación de las mismas, tardó tiempo. Mientras tanto, la vieja Europa no dejaba de estar atenta a cada paso, esperando recuperar lo que había sido suyo.
El movimiento de independencia inició, mayormente, con la formación de juntas de gobierno realizadas por los criollos ricos, también hubo paralelamente rebeliones armadas, espontáneas y descoordinadas, en las que México, Venezuela, Nueva Granada (Colombia), Quito, Río de la Plata y Chile fueron los primeros escenarios. Sin embargo, también existían muchos simpatizantes de la Corona (personas con privilegios económicos) que no tardaron en influir en las clases más desfavorecidas. Estos simpatizantes buscaban evitar perder sus privilegios, es por ello que pretendían que la independencia de la corona no afectara la tradicional estructura socioeconómica. Esta falta de unidad, y exagerado convenio de intereses. Debilitó por un momento la lucha de independencia y fortificó el frente de la Corona, quien no renunciaba a su posesión de una manera fácil.
Sin duda la lucha de emancipación, no fue sencilla en Hispanoamérica. Ya que para que se lograra la liberación total se necesitaba algo más que levantamiento bélico, fue en estas condiciones en las que participaron pensadores como: Bautista Alberdi, Faustino Sarmiento, Francisco Bilbao, Simón Bolívar y José María Luis Mora, ellos tuvieron una participación importante y expusieron una filosofía política práctica, donde afirmaban que la libertad “surge desde la praxis misma para justificar la voluntad revolucionaria: el uso de las armas, la libertad de comercio, el derecho de constitución de una nación, entre otros temas” (Dussel, 1994 p. 37).
Bautista Alberdi, escritor argentino, con su pensamiento influyó en la creación de la Constitución Nacional Argentina de 1853, consideraba necesaria una reforma, que debía empezar desprendiendo las costumbres españolas, ya que la libertad se consigue a través de la renuncia de las costumbres arraigadas, costumbres de España. El españolismo, como él lo menciona, es retrógrada, lo que no debe ser, en un país de libertad. Alberdi, promotor de una filosofía productiva, menciona: “Nuestra filosofía ha de salir de nuestras necesidades… La filosofía americana debe ser esencialmente política y social en su objeto. Ardiente y profética a sus instintos; sintética y orgánica en sus métodos; positiva y realista en sus procedimientos; republicana en su espíritu y destino”. (Dussel, 1994, p. 38)
Al igual que Alberdi, Faustino Sarmiento, se interesaban por un camino hacia la industrialización, basada en la unidad nacional, la cual produciría un desarrollo técnico, lo cual no tuvo viabilidad (Dussel, 1994). Sarmiento, idealista nato, escribe la obra “Facundo”, en la cual describe las condiciones de Argentina, sus luchas y sus desafíos al emanciparse de la vieja Europa y convertirse en una nación próspera industrial. Facundo, el antagonista de Rosas, por medio de la prosa, crea una reflexión sobre el gobierno establecido, a través de los ejemplos históricos de otros países. Sin duda un hombre sensible al pueblo, con ideas de libertad, sustentadas en la República.
Otro pensador con ideas revolucionarias corresponde a Francisco Bilbao, de origen chileno; de ideas progresistas, preocupado por el mejoramiento de la clase obrera y la unificación del alma de América. Diplomático, exponente de las ideas de libertad, igualdad y soberanía. En su discurso, en París, hace una mención de América como los Estados Des-Unidos, y la compara con los Estados Unidos, a quien igual que Rusia como países no gratos. Para este personaje, la Unidad es el eje el cual permitirá la paz y la progresión de América del Sur.
Simón Bolívar, destacado pensador venezolano, conocido con el título Libertador de América. Precursor del pensamiento antiimperialista, luchaba en contra de la tiranía y la anarquía, nacidas de gente ignorante, alejadas a la Ilustración. Tras la caída de la primera República de Venezuela, en su discurso dado en el Manifiesto a Cartagena en 1812, menciona las cinco cosas que fueron las causantes de la misma: “En primer lugar, la naturaleza de su constitución que, repito, era tan contraria a sus intereses como favorable a la de sus contrarios. En segundo, el espíritu de misantropía que se apoderó de nuestros gobernantes. Tercero, la oposición al establecimiento de un cuerpo militar que salvase la República y repeliese los choques que le daban los españoles. Cuarto, el terremoto acompañado del fanatismo que logró sacar de este Fenómeno los más importantes resultados; y últimamente, las facciones internas que en realidad fueron el mortal veneno que hicieron descender la patria al sepulcro” (Arévalo, 2014).
Luchó por las ideas de libertad, patria, y propiedad, imperantes necesidades para los habitantes de Sudamérica, quienes vivían en aplastante pobreza, frutos de la desigualdad de en el gobierno de unos cuantos.
Mientras tanto, en México, el pensador José María Luis Mora, por Dussel como uno de los principales impulsores de la estructura de la vida independiente. En favor de la laicidad, colaboró con reformas educativas en el gobierno de Gómez Farías. Mora tuvo un gran interés en el federalismo, considerando que: sistema federal “era la forma de gobierno más perfecta y sencilla después de establecida”, pero también estaba consciente de que era “el más complicado al tiempo de organizarse, y la más sujeta a roces y colisiones, principalmente en una nación que ha estado unida bajo la presión violenta del despotismo” (Hodge, 2019).
Sin duda la primera mitad del siglo diecinueve, estuvo marcada por confrontamientos, no solo bélicos, sino de ideales, la filosofía tuvo una participación importante. El común denominador de los filósofos antes mencionados, era la libertad y la igualdad en la América descolonizada. Una América, que luchaba con sobrellevar las injusticias aún arraigadas en la Colonia y que tardarían años en saldarse. Estos hombres consideraban que el camino de emancipación debía de ser encaminado hacia el progreso, la justicia social, y el pensamiento ilustrado. Europa y su forma de gobierno deberían de desaparecer, los intereses de la oligarquía, deberían de ser suplantados por la soberanía de los habitantes, quienes gozarían de la igualdad, libertad y fraternidad, tan deseadas y perseguidas por sus antecesores.
Bibliografía
Arévalo Osorio, Ildebrando. (2014) La concepción socio-política y económica de Bolivia en la primera etapa de la guerra por la independencia de la nueva granada, 1810-1816. Papel político, vol. 19. No. 1 Bogotá.
Dussel, Enrique. (1994) Historia de la filosofía latinoamericana y filosofía de la liberación. Bogotá, Colombia. Nueva América.
Hodge Dupre, Eduardo. (2019 enero 2020) José María Luis Mora y el modelo federal norteamericano: inspiraciones y reticencias. Universum vol. 34 no. 2. Talca. Dic.