La Princesa Basaseachi es una escultura de 5 metros de altura y 4 toneladas de peso, hecha de bronce vaciado, los escultores poblanos Pedro Rafael y Bernardo Luís indicaron que su obra fue realizada en un tiempo récord de tres meses , dá la bienvenida a los viajeros que llegan a Chihuahua y la despedida a los que partan rumbo a Cuauhtémoc, según un proyecto de la Presidencia Municipal que, de concretarse, vendría a coronar el distribuidor vial Tricentenario.
Con los brazos abiertos y un cálido rostro, la Princesa Basaseachi es la imagen de la magna obra que se encuentra ubicada en la glorieta de la calle silvestre terrazas.
El monumento, que buscaría significar la puerta de entrada a la Sierra, tiene una gran historia mitológica: se remonta a la llegada de los españoles a la Alta Tarahumara, donde Candameñe era el amo y señor de la región y tenía una hija llamada Basaseachi, mujer de extraordinaria belleza admirada por todos.
Muchos hombres aspiraban a ella, y por celos el padre les impuso pruebas muy difíciles, que sólo fueron superadas por cuatro pretendientes. Sin embargo, la historia dice que en la última prueba todos murieron y, Basaseachi, desesperada, se arrojó al abismo.
Su caída se transformó en una cascada por la poderosa magia del brujo del lugar, y desde entonces su cuerpo no ha dejado de fluir por las profundidades de la barranca. La gran barranca de la Candameña que se distingue en la belleza de la Sierra Tarahumara toma su nombre del padre que, según la mitología, provocó que su princesa recurriera al suicidio.
El proyecto de la Presidencia Municipal contempló la construcción de un basamento para soportar la escultura, que pudiera ser admirada sobre una cascada, el símbolo de Basaseachi,en la base, además, se incluyó el logotipo del Tricentenario de la ciudad.