La Quinta Carolina, definitivamente se ha convertido en una de las joyas del patrimonio cultural de los chihuahuenses, infortunadamente, el tiempo fue deteriorándola pero en la actualidad el Instituto Chihuahuense de la Cultura ha logrado detener ese deterioro ya que han realizado programas de restauración y hoy en día se encuentra abierta al público en general.
Durante la construcción de la Quinta Carolina tuvieron la afortunada expresión y trabajo innumerables artistas, lo mismo el arquitecto Alfredo Giles de ascendencia británica, el ingeniero Pedro Ignacio Irigoyen, así como albañiles, canteros, ebanistas, carpinteros, paisajistas de jardines y pintores. En esta ocasión nos referiremos al pintor de la capilla de San Carlos Borromeo, quien dejo el legado no solo a la familia de Don Luís Terrazas, sino a todos los chihuahuenses, del mural artístico mas antiguo de la ciudad.
En el año de 1908 Don Luis Terrazas ordenó la construcción de la iglesia que se encuentra en la quinta, que fue con la vocación de San Carlos Borromeo el santo de los pobres. En 1909, Don Luis Terrazas contrató a un genio de la pintura y de las artes plásticas en el mundo, el italiano Ettore Serbaroli, quien decoró la Basílica de Roma, Palacio de Bellas Artes en México, Palacio Legislativo y 15 iglesias más.
El pintor Ettore Serbaroli llega a la ciudad de Chihuahua en 1909 durante el gobierno de Porfirio Díaz, y permanece hasta 1913, decorando el Palacio de Gobierno y el Teatro de los Héroes que desafortunadamente se consumió por el fuego en 1955.
La Iglesia de la Quinta Carolina, fue decorada en sus cuatro muros y en su techo por las manos y pinceles de Ettore Serbaroli y afortunadamente dejó en el muro principal su firma y la fecha 1910.
En la capilla de San Carlos, en su mural central, se observa un Santo con una actitud piadosa, rodeado del sufrimiento y del dolor de sus hijos.
En el muro de la derecha sobresale las figuras de San José, Cristo, San Ignacio y San Luís Gonzaga.
Del lado izquierdo se encuentra la hermosa figura de la Virgen María y los Arcángeles Gabriel, Miguel, y Uriel.
Ettore Serbaroli, continuó viviendo en la ciudad de Chihuahua unos años en donde contrajo matrimonio con una chihuahuense llamada Josefina, tuvieron una bebé de nombre Judith que bautizaron en la Catedral de la ciudad en 1913.