“Soy el producto de la fuerza de un niño y de la intensidad de un adolescente con vocación inquebrantable. Gracias a ello estoy aquí, soy Sebastián y ahora, con madurez, lo sé llevar”.
Enrique Carbajal, mejor conocido como Sebastián, es un escultor mexicano con una obsesión sobre las formas geométricas. Nació en Camargo, Chihuahua, el 16 de noviembre de 1947.
Enrique Carbajal asegura que desde que tiene uso de razón, él quería ser un gran pintor, escultor o un gran arquitecto, porque conocía la historia del arte atravez de artistas como Leonardo Da Vinci, Miguel íngel y Rafael, pintores renacentistas que marcaron en Enrique un modelo a seguir, y según cuenta, esto lo hizo enamorarse del arte, de la ciencia y de la tecnología, pero todas juntas en una sola propuesta.
Cuando Sebastián cumplió 17 años ingresó a la Academia de San Carlos en la ciudad de México. Durante su estancia ahí comenzó a trabajar, de medio tiempo, en restaurantes y vendiendo ropa.
Siguió estudiando en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM, en la que presentó por primera vez su exposición plástica y ganó el primer lugar en el Exposición Anual de 1965. El 2 de octubre de este mismo año, Sebastián estuvo presente en los enfrentamientos de estudiantes en Tlatelolco por lo que fue detenido junto con algunos compañeros y lo remitieron al Campo Militar Numero 1.
En 1968 inició sus exposiciones individuales, en México, y desde ahí ha realizado más de 120 presentaciones alrededor del mundo: Alemania, Bélgica, Brasil, Colombia, España, Holanda, Suecia, Canadá, Estados Unidos, Japón, entre muchos más.
Desde 1971, el escultor, ha formado parte del equipo de investigación de la UNAM, este nombramiento se debió a que él diseñó parte del Espacio Escultórico del Centro Cultural Universitario de dicha universidad.
“No se había dado un nombramiento de este tipo a un artista, en ninguna universidad. Decían ´¿Qué investigan los artistas?, ellos no son investigadores´”, comentó en entrevista para la Revista de divulgación de la ciencia UNAM.
En 1995 ganó el concurso para construir el símbolo de la ciudad de Kadoma, en Japón, con su pieza Tsuru, que es según sus propias palabras, un hai-kú escultórico. Además es el creador de “La puerta de Chihuahua” y “El caballito”, famosas esculturas conocidas a nivel internacional.
Es miembro de la World Arts Forum Council de Suiza, y del Consejo Consultivo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Incluso fue beneficiario del Sistema Nacional de creadores de 1994 a 1996. Entre los numerosos premios que ha recibido, destacan el Superior Prize que le otorgó el Hakone Air Museum de Japón, el premio Bronce de la ABC de Osaka, Premio del Jurado de la Trienal Internacional Gráfica de Noruega, Gran Premio de Oro del concurso ORC- city de Osaka, y en pintura el Premio
Mainichi de la Trienal Pintura de Japón.
Ahora Sebastián se dedica de tiempo completo a la investigación en la UNAM e imparte cursos, talleres y conferencias, tanto en México como en otras partes del mundo.
El está contento con lo que ha logrado hasta ahorita: “Enrique Carbajal inventó a Sebastián, es parte de su creatividad y de su creación, y está contento con todo lo que a Sebastián se le antoja hacer”.