“Al principio el cine era para mí, el lugar donde pasaba más tiempo con los ojos cerrados”
El cineasta Eliseo Subiela, nació el 27 de diciembre a las 4 de la mañana en el Hospital Fernández de Buenos Aires, Argentina. Es hijo de Isabel de la Fuente, una mujer enfermiza que padecía de migrañas intensas y del gallego Eliseo Demófilo Subiela, un hombre enfermo del corazón.
Debido a la enfermedad de su madre, el cineasta creció junto con su hermano menor, Héctor, en una casa de ventanales cubiertos con sabanas situada en el barrio de Palermo. Ambos niños aprendieron a ocultar sus emociones para no causarle impresiones fuertes a su padre y evitar que enfermara más o muriera.
Según su biografía autorizada, Eliseo sufría de pesadillas recurrentes, tenía miedo a los perros y era sonámbulo.
Comenzó sus estudios en la escuela primaria de Nicaragua, ahí tomaba clases de índole académico y religioso, sin embargo como sus padres se oponían al movimiento peronista que realizaba Juan Domingo Perón, Eliseo debía salir de clases, junto con sus compañeros judíos, cuando iniciaba la doctrina religiosa. Esto era una muestra pacifica de oposición al peronismo.
Años más tarde, Eliseo se mudó con su familia al barrio de Cañitas, gracias a que su padre consiguió un puesto importante como gerente de una empresa vitivinícola. Ese barrio estaba rodeado de altas cañas y estaba cerca de un Hospital Militar.
Hasta ese tiempo, Subiela había desarrollado una fascinación por los aviones y vehículos de aire, por lo que sus familiares le llamaban “futuro ingeniero aeronáutico”, pero esa pasión se mantuvo hasta que él tenía 12 años, pues conoce y se enamora de Susana una de las estudiantes del colegio de monjas que quedaba por su casa.
Subiela comienza a mandarle cartas de amor, pero Susana lo ignora, se cree que por ser mayor que él.
Empieza a alejarse del barrio, y de las salas de cine que usaba para besarse con las chicas de su colonia.
Debido a esto, se olvida de la aviación y entra a estudiar letras en el Colegio Nacional Nicolás Avellaneda y desarrollo la costumbre de tomar el transporte 209 para ir al Teatro Lorraine en el centro de la ciudad.
Subiela termina el bachiller y se recibe como “especializado en letras”, y opta por entrar a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, pero solo asiste unos meses y se cambia a la Escuela de Cine de La Plata, es ahí cuando realiza su primer trabajo artístico.
Tenía tan solo 17 años cuando filma su primero cortometraje, un documental en 16 mm que habla sobre el Hospital Neuropsiquiátrico Borda, el cual tituló “Un largo Silencio”. Este documental de tan solo 20 minutos lo ayudó a ganar el Premio Internacional en el Tercer Festival de Viña del Mar en 1965.
En 1968 el cineasta ingresa como director creativo en la agencia de publicidad Radiux, y además realiza cortos publicitarios para Ricardo de Luca, MacKann Ericsson y Lowe, incluso algunas de estas empresas aparecen en las películas que ha dirigido Subiela.
Después de este magnífico chispazo, Eliseo se suscribe a la Marina durante dos años, pero en ese año su padre falleció.
En 1969 conoce a su actual esposa, Mora Moglia con la que crea a sus tres hijos: Guadalupe, Eliseo Ignacio y Santiago.
En 1991 fue premiado por la Fundación Konex, como uno de los 5 mejores Directores de Cine de la década de 1981 a 1990.
El 21 de mayo de 1992, se estrenó la película que llevó a Eliseo Subiela a la cumbre de su profesión: “El lado obscuro del Corazón” y 10 años más tarde, en junio del 2001 la secuela “El lado Obscuro del corazón 2″.
Años antes, en 1994, volvió a recibir un premio por parte de la Fundación Konex solo que esta vez como Mejor Guionista.
Ahora vive en Argentina con su esposa y sus hijos y asegura que: “Jamás se llega a ninguna parte, lo que importa es el viaje”.