Elle Woods se ha convertido en un personaje icónico al pasar los años, siendo protagonista de las películas Legalmente rubia 1 y 2, del director Robert Luketic y basada en la novela del mismo título de Amanda Brown. Es una demostración de la ruptura de conceptos relacionados hacia las mujeres y la feminidad.
Cuando su pareja termina con ella de manera sorpresiva al entrar a la universidad de Harvard a estudiar Leyes, ella se propone ingresar junto con él para demostrar que está a su nivel. Poco después de entrar se siente fuera de lugar y se da cuenta de que su exnovio no vale la pena, entonces sigue estudiando para sí misma.
Es una mujer bonita, alegre, amante del color rosa que es subestimada por personas de su entorno. Estando lejos de su ambiente, deberá hasta cierto punto adecuarse a su nuevo contexto, donde poco a poco se dará cuenta de su capacidad.
La feminidad ha sido asociada a las mujeres de manera negativa, se ha visto como relacionada con la ignorancia, debilidad, superficialidad. Reforzando la idea de que las mujeres son el “sexo débil”, este tipo de ideas y discursos que se han perpetuado son la base de acciones conscientes e inconscientes que atentan contra la dignidad, se les deja de respetar haciendo comentarios que pueden escalar a consecuencias irreversibles.
Se sustenta, por ejemplo, la idea de que el rosa es malo porque es de niña, entonces ser niña es malo. Esto interfiere en los pensamientos de las personas desde una edad temprana y se rompe la igualdad en los tratos entre hombres y mujeres.
Elle entra a la misma universidad que sus iguales, sin embargo, por las características ya mencionadas se le menosprecia hasta que demuestra que está al nivel necesario. Después de conseguir una ayudantía con un profesor y otros compañeros y compañeras, conecta con la persona que tienen que defender, y son sus habilidades comunicativas, atención al detalle, empatía, entre otras, la que ayudan al final a ganar el caso, atribuciones que se pueden considerar femeninas.
Uno de los mensajes de la película es sobre la identidad personal, Elle Woods no deja sus gustos, su personalidad, ni creatividad para hacer su trabajo, para aprender, ni relacionarse con los demás. La feminidad no debería de estar ligada a la debilidad, ni a características negativas, ni es exclusiva a las mujeres, que a alguien le guste el rosa no le hace tonto.