¨[…] trabajad, trabajad para que, haciéndoos cada vez más pobres, tengáis más razones para trabajar y ser miserables.¨
A continuación se desarrolla una reseña del libro El derecho a la pereza de Paul Lafargue (1842-1911), quien fue un periodista, médico, teórico político y revolucionario franco-cubano. Su obra más conocida es la ya mencionada y destaca su redacción limpia e irónica al desarrollar los conceptos relacionados con el trabajo, pereza y ocio.
Empieza con la explicación de la imagen del trabajo y la clase obrera, por lo que se contemplan los beneficios, el privilegio que tiene el ser humano de trabajar bajo el régimen capitalista, lo cual hace que se distorsione la visión de la labor, en la que los hombres se explotan, superan los límites del cuerpo por el santo trabajo, sin importar las señales y los abatimientos que se generen.
Brinda contexto histórico en el que, por ejemplo, se señalan las jornadas laborales de dieciséis horas, donde una hora y media era destinada a la comida.
Hay un capítulo titulado Consecuencias de la superproducción, el cual pone en perspectiva los desarrollos tecnológicos de las máquinas, como estas hacen una mayor cantidad de trabajo, es decir, productos, en comparación al ser humano, y en lugar de que las horas laborales disminuyan, se propone una competencia de productividad para ser iguales a las máquinas. Se genera más materia sin necesidad, en donde se sigue trabajando sin objetivo, en lugar de hacer un plan de producción y consumo consciente o demandado.
Al final se enfoca en los cambios positivos en las jornadas laborales a lo largo de la historia, siendo más cortas, además de contemplar paradigmas como el costo de la producción.
A pesar de los siglos de distancia entre el libro, las ideas presentadas y el contexto laboral de ese entonces, sigue siendo relevante este tipo de demandas en cuanto al trabajo.
Se tiene idealizado el trabajo, la explotación y demás, mostrándolos como formas de superación, éxito y perseverancia eficiente, en donde se motiva continuamente a la clase trabajadora, maquillando la realidad para hacer creer que cualquiera puede estar en la cima del sistema capitalista.
Con las redes sociales y la publicidad se ha llevado un gran descontrol en el deseo y el consumo, por lo que se persiguen bienes innecesarios para satisfacer falsos sentidos, como menciona Lafargue, se motiva a trabajar para gastar y volver a tener que trabajar.
Referencias:
Lafargue, Paul (1842-1911). (s. f.). datos.bne.es. https://datos.bne.es/persona/XX877454.html
Lafargue, P. (1970). El derecho al trabajo (Primera).