En el norte geográfico de México, donde confluyen los estados de Chihuahua, Coahuila y Durango, precisamente entre los paralelos imaginarios 26 y 28 que atraviesan el territorio nacional, se encuentra el Bolsón de Mapimí; un lugar muy especial, lleno de misterios y numerosas incógnitas.
En el corazón de esta región desértica se encuentra un misterioso lugar, un lugar donde los encantos y las maravillas abundan, un sitio donde parece no existir la ficción: la Zona del Silencio.
Decretada Reserva de la biósfera por la ONU en 1978, la Zona del Silencio está rodeada por innumerables mitos, relatos e historias que le han dado ese nombre, el cual proviene de la poca percepción de las señales radiofónicas que ahí se da, es decir, las ondas de radio no pueden ser recibidas normalmente.
Este lugar cobró fama en 1970, después de la caída del cohete Athenas de la NASA, pues precisamente cayó dentro del Bolsón de Mapimí; en su centro magnético.
Los relatos Norteamericanos sobre la búsqueda del cohete mencionan un dato curioso, los aparatos de radar que llevaban para localizar al Athenas eran inútiles, no funcionaron.
Para fortuna de los gringos se encontró el Cohete, claro un día después.
Posteriormente al hallazgo, en la cercanía, se construyó una vía férrea por la cual se llevarían el cohete. Además, con el pretexto de que estaba contaminada, los estadounidenses se llevaron algunas toneladas de tierra para investigarlas.
A partir de tal suceso, nacieron los rumores de que esa tierra tenía propiedades magnéticas desconocidas.
El bolsón de Mapimí hace 60 millones de años fue un profundo mar, llamado por la comunidad científica el mar de Thetis. Las pruebas arqueológicas obtenidas en dicho lugar confirmaron lo anterior con el descubrimiento de fósiles pertenecientes a especímenes marinos.
En el suelo podemos encontrar piedras magnéticas y minerales cristalizados como el óxido de hierro que, al acercárseles una brújula, está perderá el control y dirigirá su puntero hacia la cercana piedra.
Esta cualidad magnética de la zona es la responsable de la atracción de cuerpos celestes, pues otro hecho trascendental relacionado con la misteriosa Zona del Silencio fue la caída de un meteorito. Sí, un meteorito que cayó en 1969 en el poblado de Valle de Allende en Chihuahua.
Un año después de la caída del meteoro en Valle de Allende, otra piedra cósmica cayó del cielo, pero ahora en Chupaderos, también en Chihuahua.
Naturalmente, en la Zona del Silencio, habitan especies que no lo hacen en cualquier otro lugar. Un ejemplo de las especies endémicas de esta zona geográfica es la tortuga del desierto, cabe destacar la existencia de reptiles únicos en el mundo.
¿Alguna vez ha visto un nopal morado?
Otra rareza del lugar es la vegetación que ahí nace. La Zona del Silencio es mundialmente conocida por las especies de nopal que allí crecen, éstos al llegar la sequía adoptan un color anormal; el morado.
El bolsón de Mapimí está curiosamente situado en el mismo paralelo que otros enigmáticos sitios, tales como: el Triángulo de las Bermudas, las Pirámides de Giza y las ciudades sagradas del Tibet. Coincidencia o no, a todos estos lugares se les atribuyen propiedades sobrenaturales, así como la recurrente visita de seres extraterrestres.
Fuentes:
http://www.mexicotravelclub.com/zona-del-silencio-chihuahua
http://www.durangoturistico.com/destinos/zona.html
http://www.pueblosmexico.com.mx/spip.php?article24215
http://www.palaciomineria.unam.mx/recorrido/expo_meteoritas.php