Se generaron 6 encuestas divididas por nivel educativo en donde maestros respondieron con base en su experiencia dando clases durante este año, que fue cuando el gobierno mexicano decretó que era tiempo de volver a clases presenciales pese a la inconformidad de más de uno por la cuestión de la mayoría del alumnado es menor y no cuenta con al menos una dosis de la vacuna contra COVID 19.
En sí, la elaboración del cuestionario y delimitar las preguntas no fue difícil. Todo se complicó cuando se llevó a cabo el ejercicio de dar con los maestros para respondernos.
Muchos de los kínderes continuaban cerrados porque al ser el lugar donde los alumnos son los más jóvenes existía miedo por parte de los padres de exponer a sus hijos.
A nivel primaria no fue tan complicado, ya que la mayoría de alumnos se encontraba en clases, pero los maestros tardaban demasiado en respondernos.
Los de secundaria al ser un poco más versátiles en el uso de la tecnología y ser más abiertos nos respondieron el mismo día que se envió la encuesta.
Se puede decir casi lo mismo de los de preparatoria, con excepción que a varios maestros olvidaron respondernos y fue el nivel educativo de los que menos respuestas obtuvimos.
Por último, en universidad enviamos el cuestionario a docentes y alumnos haciendo un cambio en las preguntas donde al alumnado se le preguntó si se había vacunado, si estaba de acuerdo que otros alumnos que no tenían al menos una dosis de la vacuna asistieran por igual y si creían que el semáforo epidemiológico cambiaría.
Se obtuvieron resultados contundentes y algo neutrales en el aspecto que por diferencia mínima se opina que no es recomendable volver a clases virtuales aun hasta que la mayor parte de la población estudiantil tenga al menos una dosis de la vacuna.