El apodo “Don Goyo” proviene de los habitantes de Santiago Xalitzintla, una población que está a tan solo 12 km. del volcán; se dice que hace muchos años un campesino de esta comunidad caminaba tranquilamente por las faldas del volcán, de repente vio a un hombre que aparentaba edad avanzada, este dijo llamarse Gregorio Chino Popocatépetl y que era la personificación del espíritu del volcán.
El anciano le contó al campesino que sus apariciones no eran tan seguidas, pues solamente ocurrían cuando el volcán haría una erupción y que se manifestaba mediante sueños o a las faldas del volcán para alertar a la comunidad de Santiago Xalitzintla; el anciano también aseguró tener el poder de tranquilizar a las personas. Después de hacer estas confesiones, el anciano desapareció de la vista del campesino.
El campesino bajó a la comunidad muy sorprendido y asustado cuando llegó, este contó a sus conocidos lo que le había sucedido durante su caminata y poco a poco su historia llegó a todos los pobladores quienes comenzaron a llamar al anciano “Goyo”. Desde ese día los habitantes de la comunidad confían en lo que aquel campesino contó y se dice que en la comunidad existe una familia que tiene constante comunicación con el espíritu.
Los habitantes de Xalitzintla confían y aprecian tanto el espíritu del volcán que ya es tradición acudir a las faldas del volcán cada 12 de marzo, día de San Gregorio Magno, para festejar su santo llevando flores, alimentos y regalos y así festejar su santo, así el volcán siempre estará contento.