
El 12 de noviembre del año 2001 fue lanzado el videojuego Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty. Este videojuego era muy esperado por los fanáticos de la primera parte de Metal Gear, y en su tiempo fue uno de los más vendidos de PlayStation 2, con la módica cantidad de 7 millones de copias vendidas.
Y, ¿para qué escribir todos estos datos sin importancia a la respuesta? Es fácil. Aunque el juego fue de los más esperados de su tiempo y más vendidos, fue un videojuego muy odiado por la gente. Y pensarás, “A caray, ¿cómo puede ser eso posible si fue uno de los juegos más vendidos?” Aquí te daré la respuesta.
La respuesta es que la gente lo odió porque el videojuego y la publicidad les mintieron. Y pensarás, “¿Cómo que mintió?” Pues contó mentiras, ya que no usas al protagonista del primer juego, y esa información no salió ni en los tráileres ni en la caja del juego. Esto sacó a mucha gente de sus casillas. El nuevo protagonista era todo lo contrario al protagonista del juego anterior, ya que, de un lado, el protagonista del primer juego es el clásico macho, con barba y musculoso, inspirado en los héroes de las películas americanas de los 80. A diferencia del nuevo protagonista, que tiene rasgos muy afeminados y una personalidad más dócil, lo cual lo aleja de la figura de héroe de los 80.
Y no fue todo por lo que fue odiado. También fue una fuerte crítica a las secuelas innecesarias de cualquier producto. No solo eso, sino que también critica a la gente que pide secuelas vacías. Además, la historia es muy complicada de entender, por todos los temas que toca, ya que la historia tiene un comienzo como si faltaran cosas, y al final se pone demasiado tensa y complicada. Esto fue parte de por qué el juego fue tan odiado en su tiempo. El juego te mentía y te criticaba, pero, con el tiempo, ya es mucho más apreciado por la gente.
¿Cómo predijo el futuro?

Al comienzo del videojuego te das cuenta de que algo va mal, pero no sabes qué es lo que pasa. Con el paso del tiempo en el juego, te das cuenta de que no te están diciendo las cosas claras, incluso incompletas. Y si observas bien los detalles y escuchas las pláticas, te puedes dar cuenta de muchas cosas sobre los personajes.
Pero cuando realmente las cosas se comienzan a poner buenas es en las últimas horas del juego, ya que todas las cosas que no te decían ahora tienen una explicación clara. Te explican cómo Raiden, el protagonista de este juego, era un niño soldado y uno de los mejores asesinos de su pelotón. Le decían “Jack el destripador”. Cuando te dan este dato, comienzan a darte mucho más. Por ejemplo, todo este videojuego es una recreación de lo que pasó en el primer videojuego, pero con Raiden, ya que toda esta realidad fue hecha exactamente para ver hasta dónde se puede manipular y modificar a un ser para que haga lo que se le ordene. El nombre es Plan S3 Averiado, pero completo sería Selección de Cordura de la Sociedad, donde cualquier ser humano puede ser manipulado para cumplir con una función dentro de la sociedad.
Después de todo esto, ya puedes ver la verdad de cómo la inteligencia artificial puede modificar todo tu contexto para que creas, hagas, obedezcas y cumplas con el propósito que te asignaron. Según la inteligencia artificial, ellos son los que deben controlar a los humanos, ya que nosotros somos una especie demasiado problemática e ingenua, y por eso ellos tienen el derecho de darte el contexto de la información que solo necesitas para cumplir con tu deber establecido por la IA.
Por eso este videojuego es tan especial, ya que predijo cómo, cuando el internet creciera, la gente sería más manipulable. Como recibirían mucha información de diferentes medios, esto podría afectar su conciencia y creencias, y así podrían ser manejados más fácilmente, todo gracias a la inteligencia artificial, ya que trabaja más rápido que un ser humano.
En conclusión, si quieres una obra con una buena historia y excelentes mensajes, es recomendable que cheques este videojuego, ya que predijo la historia humana de los siguientes 30 años, donde podemos ver a dónde nos estamos dirigiendo como especie.