En la actualidad con el tema de la pandemia muchos otros cuidados se dejaron de lado, especialmente la salud mental, no solo otras enfermedades fisiológicas como cáncer, VIH, diabetes, etc., sino también las relacionadas a la mente humana. Está claro que un confinamiento extenso daña la psique de las personas, el extenso paro en actividades socio afectivas afecta los ánimos de las personas.
En el mundo ha combatido la pandemia de todas formas, pero la que siempre ha sido guía en este tiempo es la cuarentena, un aislamiento que marca el gobierno dependiendo del número de casos dados en las localidades, pero todo esto ha originado nuevos desafíos.
La llegada del Covid-19 trajo consigo sentimientos como el estrés, ansiedad y el temor, tanto para niños como adultos, el distanciamiento social empeora esto al dejarnos, en la mayoría de los casos, solos y aislados de seres queridos. Esto puede traer consigo el sentimiento de discriminación, un claro ejemplo de esto fue el brote de Ébola de hace 2014, donde se señaló un mayor índice de discriminación hacia personas con ascendencia africana, otro ejemplo fue el caso de la Influenza H1N1, que trajo consigo un incremento de ataques hacia las personas latinas en Estados Unidos. Con el Covid-19 se demostró desde inicios del 2020 un incremento en los ataques hacia las personas con ascendencia asiática, incrementando la xenofobia por un gran porcentaje de la población.
El distanciamiento social también afecto en gran medida la economía de todos los países, al parar las actividades al aire libre un gran sector del mercado se quedó inhabilitado, impidiendo el ingreso económico para millones de familias. Un punto clave para el origen de estrés y ansiedad, llevando a la quiebra y el constante sentimiento de preocupación por parte de los ciudadanos, sobre todo las cabezas familiares.
La preocupación es un proceso cognitivo que nos inclina a ver las potenciales consecuencias negativas, con esto caemos en la tristeza, una respuesta por la apreciación de las perdidas.
Para nosotros poder combatir el sentimiento de estrés, incertidumbre, ansiedad, tristeza, etc. Se recomienda una lista de actividades, el problema radica en que esta lista se conforma por actividades que se hacen cada vez más difíciles por la cuarentena, actividades como la conexión social y actividad física, está claro que no todos tienen la posibilidad de hacer estas actividades desde la comodidad de su casa, haciendo mayor el rezago de las personas que están siendo afectadas por la pandemia.
Aunado al tema de la discriminación y el golpe económico hacia las personas, también nos debemos preocupar por el aislamiento, el ser humano es un animal social, necesítanos estar en comunicación con nuestros seres queridos, esto nos genera un gran aumento en nuestra dopamina, un neurotransmisor que usan las neuronas para comunicarse entre sí, sustancia considerada como la productora de sensaciones placenteras y relajantes, sensaciones que necesitamos para evitar el aumento de fatiga mental.
Estos factores por si solos son un gran detonante para la tristeza, y llevar a una persona a la línea de la depresión, pero juntos son una clara fuerza para que cualquier persona llegue ahí, el Covid-19 logro llegar a todos los rincones de nuestra vida, podemos ser de los afortunados que nunca lo padecieron y no tuvieron una persona cercana a nosotros con esta aflicción, pero no quiere decir que estemos exceptos de todos los tipos de aflicciones que nos origina la pandemia.
Referencias bibliográficas:
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Nicolini, H. (2020). Depresión y ansiedad en los tiempos de la pandemia de COVID-19. Cir Cir, 88(5), 542-547.