El hombre invisible es algo más que una novela científica. Es el estudio de un persona, un hombre que se afana por hacer de sí mismo algo inusual y así estar siempre por encima de los demás, un hombre que ve en sí mismo un poder sobre los otros, un hombre que posee todo con lo que se amasan las dictaduras, un hombre llamado Griffin.
La historia empieza en el pueblo de Iping, en West Sussex (Inglaterra), cuando la llegada de un misterioso forastero buscando alojamiento en la posada local, The Coach and Horses, despierta la curiosidad y el miedo de los lugareños. Un científico que teoriza que si se cambia el índice refractivo de una persona para coincidir exactamente con el del aire y su cuerpo no absorbe ni refleja la luz, entonces no será visible. El científico, Griffin, logra llevar a cabo este proceso consigo mismo, pero luego no puede volver a ser visible, llegando a un estado mental inestable como resultado. El extraño viste un grueso abrigo largo y guantes, y lleva la cara completamente cubierta por vendas, grandes gafas y un sombrero de ala ancha. El forastero es extremadamente solitario y exige permanecer a solas, empleando la mayoría de su tiempo en su habitación trabajando con aparatos de laboratorio y sustancias químicas, atreviéndose a salir sólo de noche. Pronto se convierte en la comidilla del pueblo al poner nerviosos a sus habitantes.
The Invisible Man o El Hombre Invisible es una famosa novela de ciencia ficción escrita por H. G. Wells publicada en 1897. H. G. Wells fue un escritor, novelista, historiador y filósofo británico que nació en 1866, la gran mayoría de sus libros pueden clasificarse como novelas sociales. Entre ellas se encuentran Ana Verónica (1909), en la que defiende los derechos de las mujeres, Tono Bungay (1909), un ataque al capitalismo irresponsable, y Mr. Britling va hasta el fondo (1916), que describe la reacción del inglés medio ante la guerra. Después de la Primera Guerra Mundial, redactó la historia de la humanidad en tres partes, Outline of History (1920). Todas las obras de H. G. Wells están influidas por sus profundas convicciones. En La máquina del tiempo (1895) abordó el tema de la lucha de clases; en La isla del doctor Moreau (1896) y en El hombre invisible (1897), los límites éticos de la ciencia y la obligación del científico de actuar de forma ética más allá del poder que le otorgan sus descubrimientos; en La guerra de los mundos (1898), la crítica de los usos y costumbres de la época victoriana y las prácticas imperialistas británicas. Esto en lo que respecta a sus primeras novelas, que lo han convertido en uno de los más grandes escritores de ciencia ficción. A partir de 1900 comenzó a escribir novelas que describían la vida de la gente humilde, entre las que se encuentra Ana Verónica (1909), en la que aborda el tema de la liberación de la mujer.