¿Qué es la ablación femenina?
La ablación femenina, conocida como mutilación genital femenina (MGF) o mutilación genital femenina/corte (MGF/C), se refiere a procedimientos que implican la alteración o eliminación parcial o total de los genitales externos femeninos. Aquellos que practican este acto podrán decir que es por razones culturales, tradicionales o religiosas, pero más bien se desvirtúa el término cultura y tradición porque la ablación es un delito, una violación de los derechos humanos de las niñas que sufren esta abominación.
Esta práctica se lleva a cabo en diversas comunidades alrededor del mundo, especialmente en algunas partes de África, Asia y el Medio Oriente. La ablación femenina está considerada como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas.
Existen varios tipos de mutilación genital femenina, que varían en la extensión de la intervención. Algunas de las prácticas más comunes incluyen la extirpación del clítoris, es la labioplastia (eliminación o alteración de los labios mayores o menores), y la costura o estrechamiento de la abertura vaginal.
Esta práctica tiene graves consecuencias para la salud física y psicológica de las mujeres y niñas afectadas. Puede causar complicaciones inmediatas, como hemorragias, infecciones y problemas urinarios, así como problemas a largo plazo, como dolor crónico, dificultades sexuales y trastornos psicológicos. Una mujer embarazada que le hayan practicado la ablación corre el riesgo de tener problemas en el parto, ya que el conducto vaginal ha estado artificialmente modificado y el bebé podría tener muchas dificultades para salir.
Se están llevando a cabo esfuerzos para concientizar sobre los peligros de la mutilación genital femenina, promover la igualdad de género y trabajar hacia la erradicación de esta práctica. Además, en muchos países, la mutilación genital femenina está prohibida por la ley, y hay organizaciones que trabajan para apoyar a las comunidades en la eliminación de estas prácticas y en la promoción de la salud y los derechos de las mujeres.
La ONU considera que es una “violación de los derechos humanos” porque afecta a la seguridad de las mujeres y a su integridad física; se viola su derecho a no ser torturadas e, incluso, se pone en peligro su derecho a la propia vida.
La vida de Waris Dirie
Waris nació en 1965. Su vida también es contada en la película “Flor del Desierto”. Waris es una modelo muy prestigiada que nació en una familia de nómadas en el desierto de Somalia, África. Lamentablemente, en su niñez, fue sometida a la mutilación genital femenina.
En 1997, confesó por primera vez en una entrevista a la revista Marie Claire la mutilación genital que sufrió. En el reportaje que le hicieron, lo contó como el día en que cambió su vida.
A sus tres años, su mamá decidió que la anciana de la comunidad que se encargaba de practicar las infibulaciones o la mutilación de los genitales femeninos, le practicara el acto a su hija Waris de tan solo tres años.
La noche anterior al acto su mamá le dio doble ración de arroz y ella no sabía por qué. Al día siguiente su madre le dijo “hoy es tu gran día”, y la llevo con la anciana para que hiciera el proceso de la extirpación de sus órganos genitales encima de una piedra, su madre la abrazo con fuerza mientras la anciana ocupaba una navaja oxidada, sin desinfectar y sin anestesia. Posteriormente, le cosieron la herida con una espina a modo de aguja y un hilo grueso. Se le infectó la herida y tuvo fiebre muy alta, le extirparon el clítoris, y le cortaron los labios mayores y menores de la vulva. Solo le quedó una cicatriz donde antes tenías genitales, la señora que le realizo el proceso le dejo un agujero del tamaño de la cabeza de una cereza, duro muchos días en cama sin poderse levantar.
Un día volvió a aquellas rocas y todo había desaparecido, sus órganos que le cortaron se los habían comido los pájaros.
A los doce años decide huir de casa, ya que su padre tuvo la intención de casarla con un hombre mucho mayor que ella y que pago mucho dinero por ella, lamentablemente si ella se hubiera casado iba a ser la cuarta esposa del señor.
Dice Waris: “Es necesario entender que la mutilación genital femenina no tiene nada que ver con la tradición, la cultura o la religión. Es una forma de abuso infantil. Todos los países del mundo deben tomar medidas serias y consistentes contra las personas que realicen este crimen.”
Según UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), alrededor de 200 millones de mujeres y niñas en todo el mundo han sufrido algún tipo de mutilación genital femenina, muchas de ellas antes de los 15 años. A pesar de que está reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos, esta práctica persiste.
Las comunidades que practican ese procedimiento creen que las vaginas de las mujeres necesitan ser cortadas y que las mujeres que no se someten al procedimiento no son saludables, limpias o incluso valiosas. Los hombres varones que tienen por costumbre esta atrocidad consideran que es una forma de asegurar que una mujer es virgen cuando es mutilada y después cocidas, porque cuando se casan deben ser nuevamente cortadas para ser abiertas.
Dice Waris: “Desde hace años hay familias que piensan que a una joven que no se le ha hecho la ablación es impura, porque lo que tienen entre las piernas es impuro. La noche de bodas, el esposo toma una navaja y corta, antes de penetrar a su esposa. Si no se hace la ablación a una mujer, no se casa y, por consiguiente, es expulsada de su aldea y se le trata como una prostituta.” Después de la ablación, las mujeres enferman física y psicológicamente por el resto de sus vidas. Dice Waris: “Yo sobreviví, pero dos de mis hermanas no. Sofía murió desangrada después de ser mutilada y Amina falleció en el parto con el bebé aún en su vientre”. También comenta Waris: “existe un proverbio en mi país: el último camello de la fila camina tan deprisa como el primero, es decir, lo que nos pase a uno de nosotros afecta a todos los demás. Cuando era niña, yo decía que no quería ser mujer, para qué cuando sufres tanto dolor y eres tan desdichada, pero ahora que he madurado, estoy orgullosa de ser lo que soy” dice Waris. “Por el bien de todos nosotros, intentemos cambiar lo que significa ser una mujer”.
Waris fue la primera mujer que habló públicamente sobre la mutilación genital femenina. El secretario embajador de las Naciones Unidas (ONU) la nombró embajadora especial de la ONU en la lucha contra la mutilación genital femenina. Gracias a ella, esta práctica ha sido prohibida oficialmente por muchos países.
A mediados de la década de 1990, Waris Dirie dejó su carrera como modelo para centrarse en el activismo. Se convirtió en embajadora de la ONU en la lucha contra la mutilación genital femenina y fundó la organización “Desert Flower Foundation”, que busca poner fin a esta práctica y empoderar a las mujeres.
Waris Dirie también es autora de varios libros, entre ellos su autobiografía más conocida, “Flor del Desierto” (“Desert Flower” en inglés), que relata su vida desde la infancia en Somalia hasta su éxito como modelo y su dedicación al activismo.
Waris Dirie ha recibido numerosos premios y reconocimientos por su valiente defensa de los derechos de las mujeres y su lucha contra la mutilación genital femenina. Su vida y trabajo continúan inspirando a muchas personas en la lucha por la igualdad y los derechos humanos.
Waris ha ayudado a 150 millones de mujeres que aún hoy día sufren esa terrible situación. Como activista y embajadora de la ONU, tiene su propia fundación donde lucha por erradicar definitivamente esta práctica inhumana. Lamentablemente, 6000 niñas son mutiladas cada día.
En lugar de decir lamentablemente 6000 niñas son mutiladas cada día, debemos decir gracias a todos por sus esfuerzos porque ya no habido ninguna niña que haya sido mutilada. Debemos de luchar para que esta última frase se vuelva realidad.
Se necesita concientizar a estas comunidades para que dejen de pensar que es algo correcto, que es algo que se debe hacer, o que es algo bueno, porque es algo que se ha hecho de generación en generación a las abuelas, a las madres y a las hijas. Y que así debe ser de generación en generación. Explicándoles las consecuencias médicas y psicológicas que pueden sufrir si se siguen realizando estas malas prácticas, y que la ablación no las hace ser más honorables como mujeres.
Necesitamos que las niñas de todo el mundo estén sanas física y psicológicamente para que siempre sean felices, y no haya nada que perturbe sus emociones. Por eso, se necesita el esfuerzo de todos para hablar sobre el tema y no seguir considerándolo como tabú
Les dejo el enlace de la película de la vida real de Waris Dirie:
Bibliografía
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Cuba Devate la verdadera medicina es la que precave. (27 de noviembre de 2012). ONU aprueba primera resolución contra mutilación genital femenina. Obtenido de http://www.cubadebate.cu/noticias/2012/11/27/onu-aprueba-primera-resolucion-contra-mutilaciones-genitales-femeninas/
Ontiveros, E. (6 de febrero de 2019). BBC News. Obtenido de https://www.bbc.com/mundo/noticias-47133238
Rengel, C. (6 de febrero de 2016). Ablación femenina: una tortura que también se aplica en España. Obtenido de huffingtonpos: https://www.huffingtonpost.es/2016/02/06/ablacion-clitoris-espana_n_9158240.html