Para poder explicar el mito de la caverna en la actualidad, necesitamos comenzar explicando ¿qué es el mito de la caverna?
El mito de la caverna es una alegoría sobre el conocimiento, y Platón, filósofo griego del siglo V a. C. y discípulo de Sócrates, fue el creador de la alegoría. La describe de la siguiente manera:
En el fondo de una caverna, hay varias personas, entre ellas niños, todos están esclavizados. Tienen una cadena en los pies y otra en el cuello, y están de espaldas, mirando hacia el fondo sin poder moverse. Tampoco pueden girar sus cabezas para verse los unos a los otros.
Casi en la cima de la caverna hay fuego, y en medio hay tabiques. Entre el fuego y los tabiques, pasan personas con objetos en las manos. Los tabiques y la luz del fuego hacen que las sombras de las personas que pasan con los objetos se reflejen en el fondo de la caverna. Esto es lo único que pueden ver las personas: las sombras de los objetos. Como es lo único que han visto, creen que las sombras son reales, es decir, que es el conocimiento verdadero.
Se empieza a generar hipótesis sobre si la caverna tuviera eco y si esas personas pasaran hablando. ¿Acaso no creerían que lo que realmente genera esas voces son las sombras y no las personas mismas que pasan caminando?
Después de ver las sombras, uno de los prisioneros es liberado. Va caminando y ve los objetos y la luz de la fogata, pero esta luz le molesta a los ojos porque no está acostumbrado. Empieza a salir de la caverna e igual, por la luz del sol, tiene problemas para ver lo que hay a su alrededor. Solo puede seguir viendo las sombras de los objetos. Hasta que se adapta al entorno, sube más la mirada y contempla los árboles, las personas, el sol y el río.
A raíz de esto, se da cuenta de que todo el tiempo que había pasado en la caverna estaba equivocado. El prisionero liberado regresa a la caverna para contarles a los demás prisioneros sobre la verdadera realidad que ha descubierto fuera de la caverna.
Cuando el prisionero liberado vuelve a la caverna, enfrenta desafíos al intentar comunicar la verdad a aquellos que aún están encadenados y solo han conocido las sombras en la pared. Los prisioneros encadenados se resisten a aceptar la nueva información que les comunica el prisionero sobre lo que ha visto, e incluso algunos se molestan y reaccionan violentamente contra el prisionero liberado.
Sin embargo, él ha conocido el bien que significa la verdad de las cosas y no lo que antes veía como sombras, creyendo que era la realidad.
Imagen representativa del mito de la caverna
La alegoría de la Caverna también es una problemática sobre varios temas que enfrentamos en la actualidad. A pesar de que han pasado tantos siglos desde que Platón escribió su libro VII De la República, la sociedad sigue siendo la misma o tal vez peor de lo que Platón la contempló en su existencia.
Las sombras simbolizan la percepción y los conocimientos limitados de las personas; toda la información que conocemos como verdadera, pero que realmente no lo es.
El hombre que salió de la Caverna también representa la dificultad que surge al tratar de compartir conocimiento con aquellos que están arraigados en creencias limitadas o en una comprensión superficial de la realidad.
Los esclavos que nunca han salido de la caverna y que son alertados de la verdad que hay afuera representan resistencia a cambiar las creencias que ya tienen establecidas. Como aquel hombre que salió de la caverna y les comentó lo que había contemplado, y que los esclavos no quisieron creer y pudieron reaccionar violenta y despectivamente con aquel hombre que quiso ayudarles. Las problemáticas que presentamos con los nuevos modelos educacionales y filosóficos pueden ser vistas como una amenaza para aquellos que se aferran a una visión más limitada del mundo y que no quieren reconocer que los tiempos han cambiado y que ya no deben prohibirse ciertos temas, como, por ejemplo, información de sexualidad o preferencias sexuales. El pueblo se siente amenazado cuando se le presenta este tipo de información y en muchas ocasiones reacciona violentamente, como reaccionaron aquellos esclavos en la caverna cuando fueron advertidos de la realidad.
Desde que las nuevas tecnologías han llegado a la sociedad con gran auge, algunos medios de comunicación y algunas empresas o proveedores de bienes y servicios nos han invadido de publicidad falsa donde nos incitan a comprar artículos, generando confusión en los consumidores, cuya finalidad es engañar y manipular a las personas. Cuando un consumidor observa este tipo de publicidad, se hace una idea falsa del producto o servicio que se le está presentando. Muchas veces, algunas instituciones ocupan informaciones falsas para obtener beneficios económicos, aun cuando la realidad es totalmente diferente. Como, por ejemplo, aquellos productos milagros que prometen hacerte adelgazar o verte más bella y bello, pero que lamentablemente pueden acarrear problemas de salud. Y esta falsedad es representada en la alegoría de Platón por los hombres que van cargando los objetos y que hacen creer a los esclavos que lo que contemplan es algo verdadero.
Lo mismo sucede con la información que encontramos en las redes sociales. Hemos visto inmensas problemáticas en los niños y jóvenes, los cuales son más susceptibles a dejarse envolver por ideas impuestas por alguien más, por ejemplo, aquellos a los que actualmente se llaman influencers, los cuales algunos pueden ser de ayuda para sus seguidores, pero muchos otros no lo son y hacen que se pongan en peligro. Las redes sociales también pueden intensificar la presión social, ya que los jóvenes pueden sentirse obligados a ser parte de ciertos estándares de belleza, éxito o popularidad que ven en línea. Algunos influencers pueden contribuir a la presión social al establecer tendencias de moda o comportamiento que sus seguidores pueden sentir la necesidad de seguir, incluso si no se alinean con sus propias preferencias o valores. La constante exposición a imágenes de influencers que parecen tener vidas perfectas puede afectar negativamente la autoestima de los seguidores, generando comparaciones poco realistas y sentimientos de insuficiencia. A veces las redes sociales se centran más en la apariencia física y el materialismo que en valores más profundos. Esto puede perpetuar una cultura superficial y enfocada en lo externo. Un mundo de sombras como en la alegoría de Paltón.
Otro problema que persiste es el de algunos gobernantes que en la actualidad solo buscan su propio poder, bienestar y riquezas a costa de los demás, sin mirar las verdaderas necesidades del pueblo. Por ejemplo, pueden influir en la manipulación de la información, como en la selección de noticias que se presentan a través de los medios de comunicación, la propagación de propaganda, la omisión de ciertos eventos o la distorsión de la realidad. También sería el manejo de la economía, como por ejemplo, las decisiones sobre impuestos, subsidios, regulaciones y gasto público que pueden afectar la distribución de la riqueza y las oportunidades. La gestión económica puede influir en la percepción de la eficacia del gobierno y afectar la lealtad y apoyo de la población.
Mencionando algunos temas o problemas que se originan en la familia, estarían las creencias arraigadas que se van heredando de generación en generación y que son falsas. Los comportamientos violentos, ya sea física o emocionalmente, pueden transmitirse de una generación a otra. La exposición a la violencia en la infancia puede aumentar la probabilidad de que las personas repitan esos patrones en sus propias relaciones. Los prejuicios y la discriminación pueden ser transmitidos de generación en generación, perpetuando actitudes y comportamientos intolerantes. El tráfico de personas, desgraciadamente, también se da en las familias. Por ejemplo, los padres que toman la decisión de vender a sus hijas por algún animal u objeto que ellos consideren de valor para salir temporalmente de una situación económica difícil, también es una costumbre de algunos pueblos con pobreza extrema que se ha llevado de generación en generación.
Estos son algunos ejemplos que se aplican en la actualidad en la alegoría de la Caverna de Platón, pero hay infinidad de casos que nunca terminaríamos de describir si los detalláramos. Cabe mencionar que no siempre se puede tener una verdad absoluta en los diferentes ámbitos actuales, como por ejemplo, en la familia, en la sociedad, con el gobierno, etc. Pero de lo que trataba Platón es enfatizar que debemos mirar más allá de lo que tenemos enfrente, dudar de todo, para no dejarnos moldear. La Alegoría de la Caverna de Platón enfatiza la importancia del conocimiento y la educación como medios para liberarse de las limitaciones de la percepción sensorial y del conocimiento, y así alcanzar una comprensión más profunda de la realidad.
Debemos de tener presente los siguientes puntos:
- La realidad no siempre es la que percibimos.
- Para salir de la caverna, nos debemos enfocar en la educación y el conocimiento.
- Debemos dejar a un lado la resistencia al cambio para encontrar la verdad. El decir “Siempre lo hemos hecho y de esta manera” puede convertirse en un obstáculo para la adopción de nuevas formas de ver las cosas.
- Reconocer el papel de los líderes del saber y de los filósofos, ya que ellos tienen la responsabilidad de compartir el conocimiento verdadero.
- La percepción y la realidad subjetiva muchas veces pueden llevarnos a tener ideas falsas sobre la realidad.
- Todos tenemos la responsabilidad personal de buscar el verdadero conocimiento; la ignorancia es una forma de esclavitud, y liberarse de la caverna requiere un esfuerzo personal para buscar la verdad y comprender el mundo que nos rodea. Debemos estar abiertos a la posibilidad de que la realidad sea más compleja de lo que inicialmente percibimos.
Bibliografía
Platón. “La República.” Obras completas. Traducido por Patricio de Azcárate, Editorial Gredos, 1980.