Vamos a empezar a hablar un poco sobre Aristóteles antes de entrar en contexto sobre el tema. Aristóteles, nacido en Atenas (384 a. C. – 383 a. C.), fue discípulo de Platón y maestro de Alejandro Magno. Se le considera, junto a Platón, el padre de la filosofía occidental, ya que las ideas de ambos ejercieron influencia sobre la historia intelectual de Occidente. Aristóteles realizó contribuciones sustanciales en diversas áreas del conocimiento, incluyendo ética, política, metafísica, lógica, biología, poesía y retórica. Sus escritos abarcan una amplia gama de temas y han influido profundamente en el pensamiento occidental.
Su ética, expuesta en la “Ética a Nicómaco”, es una obra clave que ha influido en el pensamiento moral occidental. Aristóteles exploró el concepto de eudaimonía (felicidad o bienestar floreciente) y argumentó que la virtud es esencial para alcanzarla. La felicidad no es simplemente placer o éxito momentáneo, sino la realización plena de las capacidades humanas y el desarrollo de virtudes.
Según Aristóteles, el propósito del hombre consiste en alcanzar la felicidad, que se logra mediante la virtud. Aristóteles clasifica las virtudes en éticas y dianoéticas. Las virtudes éticas se refieren a disposiciones de carácter relacionadas con los sentimientos y las acciones, mientras que las dianoéticas se relacionan con la sabiduría y la reflexión.
Aristóteles abogaba por una ética centrada en el desarrollo de virtudes. Creía que la excelencia moral y el carácter virtuoso son esenciales para una vida buena o una vida feliz. Las virtudes, como la valentía, la generosidad, la moderación y la justicia, deben ser cultivadas y practicadas para lograr la felicidad.
Según Aristóteles, te voy a mencionar algunos puntos que debemos hacer para ser virtuosos y para poder llegar a la búsqueda de la felicidad que tanto queremos tener:
- Debemos desarrollar las virtudes morales, cultivando virtudes éticas como la valentía, la generosidad, la amabilidad y la honestidad, y buscando el equilibrio adecuado en nuestras acciones, evitando los extremos y manteniendo el equilibrio. Como dice Aristóteles, la buena vida se halla buscando la virtud en el “justo medio”, es decir, buscando el punto medio o siendo equilibrados.
Aquí te daré un ejemplo de “justo medio” tomando como ejemplo la virtud de la valentía:
- Cobardía: es el punto bajo de la virtud de la valentía. Una persona que tiene miedo incluso en situaciones en las que la valentía es apropiada.
- Valentía (justo medio): Las personas son capaz de enfrentar situaciones temerosas de manera adecuada, sin excesos ni defectos.
- Exceso (vicio de exceso de valentía): “Temeridad”. Aquellos que buscan constantemente el peligro innecesario, actuando de manera imprudente y sin considerar las consecuencias.
- Debemos cultivar virtudes relacionadas con la sabiduría y la reflexión, desarrollando nuestras virtudes intelectuales como la sabiduría, la prudencia y la comprensión, y buscar el conocimiento y la reflexión como medios para perfeccionar la razón.
- Debemos reflexionar sobre nuestras habilidades y capacidades únicas, encontrando maneras de utilizar nuestra razón y habilidades para contribuir al bien común.
- Debemos cultivar la amistad; según Aristóteles, la amistad es muy importante para alcanzar la felicidad, valorando y nutriendo las relaciones significativas basadas en la amistad sincera, buscando la amistad basada en la virtud, donde las personas se apoyan mutuamente en la búsqueda de la excelencia moral. La amistad es un elemento importante para tener una vida feliz. Aristóteles creía que las relaciones sólidas y significativas, basadas en la virtud y la reciprocidad, contribuyen a la felicidad.
- Debemos contribuir activamente en la vida política y social de nuestra comunidad y participar en la toma de decisiones para mejorar la sociedad en la que vivimos.
- Debemos buscar el conocimiento y la sabiduría, desarrollando nuestra mente a través de la educación continua y la búsqueda de conocimiento. La educación era fundamental para Aristóteles. Creía que el aprendizaje continuo y el desarrollo intelectual son esenciales para cultivar virtudes y llevar una vida plena y, por lo tanto, feliz.
- Debemos de vivir feliz, buscando la felicidad fuera de la fortuna, ya que para Aristóteles muchas veces los bienes pueden ser aparentes, puesto que, pueden parecer valiosos o deseables superficialmente, pero no contribuyen de manera significativa a una vida verdaderamente buena o a la felicidad genuina. Ejemplos de bienes aparentes podrían incluir la riqueza, el estatus social, el poder político o la belleza física.
- Aristóteles destaca la importancia de los “bienes genuinos”, que están relacionados con el desarrollo de virtudes personales, la sabiduría, la amistad y la contribución al bien común. Estos son los aspectos que, según Aristóteles, realmente enriquecen la vida y conducen a la felicidad auténtica.
- Debemos reflexionar sobre cuestiones éticas y filosóficas para comprender mejor la naturaleza de la vida buena. La reflexión sobre cuestiones éticas y filosóficas es esencial para orientar nuestras acciones y decisiones hacia una vida que busque la felicidad y el florecimiento humano a través del cultivo de virtudes, el ejercicio de la razón y la contribución al bien común.
- Debemos de cultivar los buenos pensamientos y acciones, ya que el malo no ama a lo demás ni se ama a sí mismo y, por lo tanto, no tiene una vida feliz. El amor, en la visión aristotélica, está relacionado con la benevolencia y el deseo de bienestar para uno mismo y para los demás.
- Debemos practicar la autorreflexión, examinando regularmente nuestras acciones y hábitos, así como ajustar nuestro comportamiento para encontrar un equilibrio adecuado en nuestras acciones y actitudes y cultivar virtudes. Conocernos a nosotros mismos es un principio importante para entender nuestras fortalezas y debilidades, nos permite cultivar virtudes, superar defectos y trabajar hacia una versión mejorada de nosotros mismos.
- Debemos cuidar del equilibrio emocional, reconociendo y gestionando nuestras emociones de manera saludable, evitando la búsqueda excesiva de placer momentáneo y encontrando la satisfacción a través de actividades significativas y virtuosas.
- Debemos valorar la autenticidad, es decir, ser fieles con nosotros mismos con base en nuestros principios, buscando la coherencia entre nuestros valores y nuestras acciones.
- Debemos buscar la excelencia continuamente, ya que la vida plena y feliz es un proceso continuo de desarrollo personal y moral; por eso, tenemos que aprender de las experiencias, corrigiendo errores y trabajando constantemente hacia la mejora personal.
Según Aristóteles, la vida plena y feliz no se trata solo de buscar placeres momentáneos, sino de realizar plenamente el potencial humano a través del cultivo de virtudes y la participación activa en la vida ética y social.
Bibliografía
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Ideas y Libros. (9 de septiembre de 2021). La buena vida según Aristóteles – Resumen y reflexiones sobre la Ética a Nicómaco. Obtenido de https://ideasylibros.com/aristoteles/
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Robledo, A. G. (2013). Etica-LibroX-Aristóteles. En E. Nicomaquea.