En la aplastante mayoría de los casos, el protagonista de una obra es su personaje más aclamado por los seguidores, o fandom. Mucho se ha dicho que es claro que Frodo cumplirá su cometido de destruir el anillo único en el Monte del Destino (aunque termine haciéndolo Gollum). No solamente sabemos que Harry Potter derrote a Voldemort desde la primera entrega, sino que lo deseamos activamente. En el caso de Las Crónicas de Narnia, el protagonista es Narnia en sí, o Aslan si se quiere, y sabemos que ambos resistirán los embustes de cualquier reino maléfico que se pose contra él, y es algo que deseamos. En otros medios como los videojuegos es más clara aún la simbiosis, por ejemplo en The Legend of Zelda, nosotros manipulamos al héroe, por ende, no puede haber conclusión si este no triunfa.
Empero, la saga de fantasía épica, conocida como Canción de Hielo y Fuego en su formato de novelas y Juego de Tronos en el medio audiovisual, es particularmente conocida por dar al traste a convencionalismos narrativos en este sentido. Si bien la obra literaria se encuentra inconclusa (y como ya hablamos en la nota sobre el cumpleaños de su autor, probablemente nunca sea terminada) en la última obra publicada sobre la línea principal de la historia, Danza de Dragones, uno de los protagonistas definitivos de la serie muere casi al final del libro, desde luego se trata de Jon Snow. Por otra parte, Daenerys Targaryen, otro de los personajes más heroicos, se encuentra demasiado lejos de reclamar el trono que le pertenece por derecho y se propuso recuperar desde el libro uno.
Y, sin embargo, Stannis Baratheon, que no es protagonista de la historia, ni tampoco encaja en la clasificación ofrecida por Joseph Campbell en su obra El Héroe de las Mil Caras, es el personaje que, posiblemente, sea quienes más fans de la serie desean que triunfe, lo cual plantea la pregunta obligada ¿por qué ocurre esto? ¿Qué hace a Stannis Baratheon tan especial? Pasemos a Campbell una vez más. Según este, el héroe inicia su aventura con un llamado, si bien él emplea ejemplos de las diversas mitologías del mundo, principalmente las europeas, para fines de esta nota, convendría hablar de otras instancias de la fantasía. Bilbo y Frodo reciben el llamado por parte del hechicero Gandalf, Harry a través de una carta de aceptación a Hogwarts, y Link siempre recibe un llamado por un ser sobre natural como un hada, la princesa del crepúsculo o el espíritu de una espada.
Incluso Jon Snow es atraído por su tío Benjen Stark a la Guardía de la Noche, así como Daenerys Targaryen es escogida como esposa de los Dothraki, y tras la muerte de su hermano Vyseris, ella se convierte en la heredera al trono, más aun cuando consigue hacer que los extintos dragones nacieran de nuevo en ese mundo. Mientras tanto, la trama de Stannis Baratheon ocurre fuera de página en el primer libro y primera temporada de la saga. Para cuando esta inicia Stannis ya es un hombre de edad avanzada, y con tanta experiencia militar como pudiera tener cualquier señor de Westeros (o Poniente en español). La trama de Stannis es más política, más turbia y menos épica, al menos en estándares comunes.
Por otra parte, Campbell nos habla luego sobre la negativa del llamado, que podemos ver nuevamente en Bilbo y Frodo, pues estos son hobbits que no buscan grandes aventuras, sino vivir cómodamente en su adorada Comarca. Harry se muestra incrédulo a la idea de ser un mago, y considera que ese destino no debe ser para él, aunado al hecho de que su familia adoptiva le prohíbe asistir a tal escuela. Lo mismo ocurre en la entrega más icónica de Las Crónicas de Narnia, cuando los hermanos Pevensie ignoran la impronta de Lucy de adentrarse en el armario para conocer un país fantástico. El caso de Link es más complicado, desde luego, pues este no tiene voz y le resulta más difícil negarse.
Incluso Jon Snow titubea respecto unirse a la Guardia de la Noche, y Daenerys no se considera capaz de tomar el trono de hierro, cuando ella todo lo que desea es “volver a casa.” Stannis es otra historia por completo, después de haberse enterado de que los hijos de su hermano, el rey no son realmente suyos, sino de su esposa, la reina y su hermano gemelo, y de que además el rey muere, sabe que eso lo convierte en el rey de Poniente. Martin nos afirma inequívocamente en la obra que Stannis no busca ser rey, su llamado es el deber, y que, por tanto, debe de cumplir, simplemente porque eso es lo que demandan las leyes de los hombres, y solamente los hombres y no los dioses son capaces de impartir justicia.
En este punto queda claro que Stannis forma parte de una especie completamente distinta, desde luego se acerca más a la aproximación posmoderna de la narrativa, que lo clasificaría como un antihéroe. Y, sin embargo, millones de lectores buscan que triunfe, más allá de Jon Snow que, según la serie de HBO y diversas teorías en internet, él es el heredero legítimo del trono de hierro, al ser hijo del príncipe caído Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark, cumpliendo con las líneas temáticas de hielo (Stark) y fuego (Targaryen). Estos lectores seguidores de Stannis consideran también que él merece más ser rey de los Siete Reinos que Daenerys, la hermana menor del mencionado Rhaegar e hija del rey depuesto, Aerys II Targaryen.
Entonces cabe preguntarse, ¿de dónde proviene este exacerbado fervor por Stannis Baratheon? ¿Será que sus fieles seguidores simplemente consideran que es el rey legítimo según las leyes de sucesión de Poniente tras la Rebelión de Robert? ¿O acaso hay algo más en juego? Considero que este es el caso, y son los valores, grises por su puesto, que Stannis Baratheon demuestra, los que lo ponen por encima de Jon Snow, Daenerys Targaryen y todos los otros candidatos al reinado que la historia nos presenta. En primer lugar, se trata de un personaje que lucha por hacer lo que considera correcto a pesar de saber que no es el héroe de la historia. Stannis está más que perfectamente consciente de que ni el pueblo ni la nobleza lo quiere en el trono, pero él no busca complacer, sino cumplir con su deber.
Aunado a lo anterior, en lo que sí resulta ser un clásico arquetipo es en su tenacidad, Stannis Baratheon es un personaje que nunca se rinde, y es debido a esta determinación, que para el inicio de la historia se mantiene como un comandante invicto. No obstante, en el libro dos y en la segunda temporada lo vemos tener su fracaso más estrepitoso, en la Batalla del Aguasnegras, a escasos metros del tron de hierro. Y sin embargo, en lugar de desanimarse, realiza un acto que es quizá el más celebrado en toda su vida por la comunidad de esta gran obra, su arribo al Muro. En el Norte de Poniente existe un gran muro que defiende al reino de los hombres de un enemigo ignoto y mágico, una especie de seres helados similares a los sidhés irlandeses, que amenazan con acabar con toda la vida del continente. La Guardía de la Noche, de la cual en este punto Jon Snow se convierte en su Lord Comandante, había enviado cartas a todos los que se habían reclamado como héroes (siendo estos cinco) y solo uno había contestado, Stannis Baratheon.
Y es que Stannis llega a la conclusión de que debía de salvar el reino para ganar el trono y no al revés, al haber escuchado a su más fiel siervo, Davos Seaworth, quien era de origen humilde y un traficante antes de entrar en contacto con Stannis. La capacidad de Stannis de escuchar al pueblo y de apoyarlo en sus momentos de mayor necesidad, aun cuando estos no le aprecien, es otra característica fundamental del fervor por el personaje. En pocas palabras, no es el héroe marcado por la narrativa, pero sin duda presenta actos heroicos. Finalmente Stannis derrota al pueblo libre, que vive al norte del muro, y buscan atravesarlo para huir de Los Otros (los seres helados). Stannis deja a cargo de la situación a Jon Snow, Lord Comandante de la Guardía de la Noche, y se dirige a Invernalia (Winterfell en inglés) para liberarla de los traidores que la ocupaban, Roose Bolton, Ramsay Snow (legitimado como Bolton), Walder Frey y demás, los responsables de la infame Boda Roja. En el camino captura a los hijos del hierro, a Theon y Asha Greyjoy, mientras cae una pesada nieve que cubre su camino y lo deja sin alimento hasta que deben comerse a los caballos. Castra a violadores y castiga a caníbales con la hoguera, pues ha caído el invierno, y Stannis se enfrenta solo contra el mundo.