Con motivo del 35 aniversario de la muerte del político, maestro e historiador Francisco R. Almada, el gobierno municipal ha tenido a bien realizar un acto cívico en su honor en la escuela primaria que lleva su nombre.
Los historiadores, por su parte, suelen aprovechar las efemérides y eventos de esta naturaleza como pretexto para la rememoración del pasado, y construir de esta manera puentes con el presente.
Doble es el pretexto cuando el personaje recordado fue, a su vez, historiador, caso que resulta más interesante si se considera que el historiador escribe la historia con su pluma, pero que, al ser una persona inserta en la misma historia, también hace historia con sus acciones.
A la Historia de la Historia, o mejor dicho, a la Historia escrita por los historiadores (sean profesionales o no) se le conoce como “historiografía” dentro de esta disciplina de las ciencias sociales, ya que la manera en que el pasado ha sido descrito, forma asimismo parte del estudio del propio pasado.
Si bien Francisco R. Almada como gobernador interino de Chihuahua y como maestro rural no ha destacado en la Historia de Chihuahua, sí lo ha hecho así justamente como historiador.
Esto resulta claro cuando Almada se vuelve una lectura obligatoria para cualquier texto concerniente con los grandes procesos históricos de Chihuahua, e inclusive en las menudencias de la historia política y local de nuestro estado, así como de Sonora.
Nuestro homenajeado nació en 1896 en el pueblo de Chínipas, que hoy lleva el subtítulo “de Almada” en su honor, y se inició en la política como alcalde de dicho municipio en tres ocasiones, fungiendo también como diputado local, además de gobernador interino, como ya se mencionó.
Según la página oficial de Gobierno del Estado de Chihuahua, a los 20 años lo eligieron director de la escuela Gran Morelos de su localidad natal, después de haber laborado como docente desde muy temprana edad.
Quizá se pueda afirmar con soltura que su labor más ardua como gobernador fue, de hecho, de carácter histórico, pues cuenta con una obra de breves biografías de todos estos.
Asimismo, es autor de la enciclopedia histórica y geográfica más completa de Chihuahua, así como también de Sonora, estado del que su natal Chínipas es vecino. Los otros dos temas predilectos del gran Francisco R. Almada son la Guerra de Reforma y la Revolución Mexicana.
De igual forma, fue miembro fundador de la Sociedad de Estudios Históricos de Chihuahua. Como historiador, su rivalidad con José Fuentes Mares fue muy fructífera, y esto dio entrada a varias obras que enriquecieron el incipiente campo historiográfico de Chihuahua.
Lamentablemente, la obra de Francisco R. Almada no es tan fácil de conseguirse como debiera, pues sus obras, que solo es posible obtener de segunda mano, suelen ser caras, o encontrarse en colecciones exclusivas de bibliotecas o archivos, que no permiten que estas salgan de sus respectivos edificios.
Lo anterior a pesar de que el historiador y político ha sido reconocido mediante estatuas, como con el busto que cuenta en el Parque Lerdo, sobre la avenida Paseo Bolívar, en Chihuahua, el subtítulo ya mencionado del municipio de Chínipas, así como con el nombre de un periférico (Fuentes Mares cuenta con honores similares, e incluso una estatua de cuerpo completo un tanto más llamativa sobre la misma avenida).
Asimismo, desde la disciplina histórica, el trabajo de Francisco Almada, así como el de otros autores como el ya mencionado José Fuentes, es considerado hasta cierto punto de una naturaleza más de “crónica” que de Historia propiamente académica (ya que Almada no cita sus fuentes), se comprende desde otro contexto donde el estudio de la historia de Chihuahua, más o menos reciente (como el juarismo, el terracismo y el villismo), era más bien incipiente.