Amparo Dávila fue una escritora mexicana que destacó por sus cuentos fantásticos que mezclan cotidianidad y horror.
Es considerada una de las plumas más importantes de Hispanoamérica y es una referencia indispensable para los cuentistas.
En el marco de la XLIV Semana del Humanismo, el Cuerpo Académico Estudios Humanísticos de la Cultura, de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), compartió una perspectiva de la obra de Dávila.
“Ella toma elementos cotidianos y los vuelve horrorosos”, dijo una de las expositoras y añadió que la obra de la escritora suele presentar intriga, desconcierto y una interrupción de fuerzas externas en las actividades diarias.
Durante la mesa panel se recomendaron relatos como “El Huésped”, “La Casa Nueva” y “Alta Cocina” que ofrecen conceptos revolucionarios dentro de la narrativa mexicana, pues ofrecen una temática indefinida que, más allá de la fantasía, entra al interior del hogar y lo vuelve algo espantoso.
En textos como los mencionados, la autora ofrece una visión filosófica sobre temas como el trato a la infancia, mujeres y demás grupos vulnerables, por lo que se llegó a decir que fue la voz de quienes no son escuchados por sí mismos.
Dávila fue una innovadora en cuanto el manejo de temáticas fantasiosas oscuras en el siglo XX, por lo que junto con las escritoras Inés Arredondo y Guadalupe Leñas, es conocida entre literatos como “las brujas de la literatura”.
Dicha tríada trascendió por ofrecer una nueva narrativa de personajes femeninos, que hasta entonces fueron mostrados desde una perspectiva masculina.
Amparo obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia en 1977. A finales de 2015 se le otorgó la Medalla Bellas Artes en reconocimiento a su trayectoria, y desde ese año el gobierno de México convoca un certamen nacional de cuento fantástico con su nombre: el Premio Bellas Artes de Cuento Amparo Dávila.