La luz languideciente del pasado jueves 19 de septiembre recubría como un manto delgado la ciudad de Chihuahua; encontrábame presurosa en alistarme y ser partícipe de una mágica experiencia. Lavándome los dientes y engalanándome como quien sabe tendrá una cita de calidad. En mi mente pasaban mil escenarios sobre lo posiblemente contemplado.
Al bajar con un pie sobre el pavimento empezó el espectáculo de las musas, el canto de Clío se hizo presente; con una historia remontada casi a 44 años de su fundación al ser inaugurado el 2 de octubre de 1980 el Teatro de Cámara Fernando de Saavedra, cuya obra inicial o listón cortado fue la obra Monólogo Bandera Negra y el genio tras ella fue Jesús Ramírez; se disponía ahora a acumular un nuevo hito dentro de la intimidad de sus paredes resonantes de arte, teatro y de vida bohemia. Con ello, una historia de continuos éxitos reverberaba desde sus jardines externos la impaciente espera de un público alegre y dispuesto para la contemplación y vivencia estético-teatral de la obra “La Extraordinaria Historia de Olivia Waller”. Gente de diversas edades, desde 18 a 65 años, se disponían a esperar incluso con más de media hora de anticipación en los jardines externos, mientras la musa Talía resonaba en sus risas y alegría por contemplar la anticipada obra. Incluso los mismos asistentes y organizadores se encontraban realizando los preparativos para así poder recepcionar a una multitud interesada en el deleite que nos heredó Tespis.
Los boletos, cuyo elegante y minimalista diseño en violeta de La Red de Teatro de Chihuahua acotaban los datos técnicos de la obra y hacían resonar a Erato con la urgencia de ser cortados para empezar el acto de dramaturgia. Acto seguido dio origen al primer acto del encuentro, pues al salir un organizador a declamar con prístina heráldica el inicio del evento, se acercaron presurosos a entregar los boletos cuyo sonido de papel rasgado habría el inicio para adentrarnos a las paredes de nuestro encuentro. El escenario fue sencillo, con un área en donde se disponían tres espacios musicales y dos escritorios, reflejando un contraste organizativo, perspectivando la antesala a la calidad histriónico, actoral que esperaba ocurrir sobre estos.
Y así fue que después de los tres llamados de atención de Urania, las luces se apagaron y empezó la magia…
La entrada en escena del actor Jaime de la Torre se abrió con exquisito rigor y una fuerte interpretación sólida a un preámbulo de diversidad y sofisticación interpretativa, como si Calíope estuviera enervada entre sus palabras y movimientos; otorgándonos así el inicio de la obra. Una obra en donde una clara dinámica de un Ying-yang actoral se disputaría la escena como perdigones entre el primer actor en escena y su protagonista en la carne de la actriz Bárbara Juárez. Mientras de un lado, con una actuación equivalente al talento del intérprete argentino Francella nos deleitaba en la piel de Jaime de la Torre con sus gesticulaciones; por otro lado, y con abupta marca Olivia Wilde se disputaba el talento como reina del escenario con una neurótica, perfeccionista y agresiva interpretación en donde su expresión corporal se transpiraba hasta las últimas butacas del recinto. Cabe aclarar que ambos son egresados de la carrera de Teatro por el INBAL de la UACH y exhudaban el resultado de sus estudios.
Las luces enarbolaban la disposición de las voluntades actorales, denostando y ensalzando no solo la interpretación del dúo dinámico; sino también del trío secundario que guardaba una esencia de blues, folk, bohemia y una versatilidad inusitada con dejos de estética noir. Lo anterior invocando aquella vieja experiencia realizada por Orson Welles en donde se emulaban efectos y se invocaba una crestomatización con trazas férreas de crítica política, fake news y crisis posmodernas laborales que levantarían a cualquier seguidor sindicalista de Rocker y Kropotkin de la tumba.
Por lo ya descrito se invita fuertemente a la población chihuahuense a seguir al grupo de Producciones Barbarella en el seguimiento de sus obras, como en este caso lo fue “La extraordinaria Historia de Olivia Waller” cuyo autor y encargado de música es Ángel Chacón y directora es Bárbara Juárez.
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…SE CIERRA TELÓN…
