Silvia Orozco, un ejemplo de empoderamiento rarámuri, becada para un curso en India sobre energía solar, regresa a Chihuahua con nuevas esperanzas para su comunidad.
Chihuahua, México. En un anuncio publicado en Facebook, Silvia Orozco, joven estudiante rarámuri y becada por la Embajada de la India en México, compartió la culminación de su experiencia de cinco meses en India, donde fue capacitada en el uso y aplicación de energía solar. “Solar Mamás”, nombre del programa que dirige la Embajada de la India en México, busca que mujeres indígenas de América Latina se formen en energías renovables y se conviertan en impulsoras de cambio en sus comunidades. Esta fue la primera vez que una mujer de la etnia rarámuri, y también de Chihuahua, tuvo la oportunidad de participar en este curso.
Silvia Orozco con una actitud de humildad, humanidad y bastante carisma nos contó en el Cine Club de la Facultad de Filosofía y Letras de la UACH su experiencia en este evento importante de su vida y como uso dicha experiencia, no solo para empoderar a mujeres de la India, ni solo contribuir con su comunidad; sino también para construir un futuro en conjunto de aprovechamiento entre mujeres en el mundo buscando electrificar con energía solar, así como otras propuestas. Silvia mencionó su aprendizaje en la elaboración e instalación de los paneles solares, todo el proceso de instalar las tablillas, las lámparas, etc. Señaló que este programa era un recurso invaluable para comunidades en aislamiento energético. Su reflexión evoca la noción de justicia social planteada de John Rawls, quien proponía que los recursos deben distribuirse de manera equitativa para atender las necesidades más urgentes y promover la igualdad de oportunidades.
Durante la formación, participaron 11 comunidades de diversos países: además de México, Paraguay y Colombia, hubo representantes de Camerún, Indonesia, Tailandia, Egipto y Siria. Silvia compartió lo difícil que resultó al principio adaptarse a una convivencia tan diversa. “Todos hablábamos diferentes idiomas, con costumbres muy distintas; al principio, la comunicación fue un reto enorme”, explicó. Sin embargo, ese fenómeno de Torre de Babel fue poco a poco limado con empatía y compañerismo; fueron superando las barreras culturales, lo cual facilitó no solo la convivencia, sino también la colaboración y el aprendizaje mutuo. En este contexto, las ideas de Martin Buber sobre el “Yo y el Tú” pueden ayudarnos a entender cómo la apertura al otro y el respeto por su humanidad permiten construir puentes y crear conexiones auténticas.
El curso no solo expuso a Silvia a una experiencia técnica, sino que también le mostró un panorama global de problemas de género similares a los que enfrentan las mujeres indígenas en México. Silvia observó con interés que las mujeres en India enfrentan desafíos de género similares a los que viven las comunidades rurales de Chihuahua: el acceso limitado a recursos y la exclusión en decisiones tecnológicas y de infraestructura. Pese a ello, destacó que tanto en India como en México encontró a mujeres dispuestas a trabajar juntas para superar estos obstáculos. “Fue muy bonito ver cómo, sin importar de dónde éramos, todas queríamos aprender y luego compartir ese conocimiento en nuestras comunidades”. La experiencia, además, recuerda las ideas de Simone de Beauvoir sobre la solidaridad entre mujeres como una fuerza de resistencia ante la opresión y como base para el desarrollo social y personal.
Silvia representa un vínculo prometedor entre las comunidades indígenas mexicanas y los programas internacionales de desarrollo sostenible. Su experiencia muestra que el empoderamiento de las mujeres indígenas a través del conocimiento y la tecnología puede tener un impacto positivo en el bienestar comunitario, allanando el camino para el desarrollo de energías renovables en áreas aisladas del país.
FUENTES
– Buber, M. (1970). YO Y TÚ.
– Rawls, J. (1971). UNA TEORÍA DE JUSTICIA. Belknap Press.
– De Beauvoir, S. (1949). EL SEGUNDO SEXO
. Knopf.