El estado de Chihuahua, México, ha emergido como un importante tesoro para la paleontología, revelando una rica historia de fauna prehistórica a través de sus hallazgos fósiles. En regiones como Janos, los científicos han desenterrado una impresionante variedad de fósiles, ofreciendo una ventana única al pasado de América del Norte.
Los fósiles hallados en Chihuahua no solo narran historias de los gigantes que una vez vagaron por estas tierras, sino que también proporcionan cruciales pistas sobre las condiciones climáticas y ecológicas del pasado, ayudando a los científicos a comprender mejor los procesos evolutivos y migratorios.
El museo del Desierto en Delicias en Chihuahua también alberga una variedad de fósiles que se han descubierto en el estado, donde su principal atracción son los huesos de dinosaurio que se han descubierto a lo largo de los años, juntos con piedras preciosas que cuentan una historia de preservación a lo largo de los años.
Estos descubrimientos no solo iluminan la diversidad y adaptación de las especies que una vez habitaron esta región, sino que también subrayan la importancia de la conservación y el estudio continuado de estos sitios. La colaboración entre instituciones locales e internacionales ha sido clave para avanzar en la investigación y protección de estos valiosos recursos paleontológicos.
Para entender mejor el complicado mundo de la paleontología se ha entrevistado a José Carlos Estrada Ochoa, quien es de los últimos estudiantes de la carrera de ingeniero geólogo que sigue “vigente” en la UACH, quien nos da una perspectiva más cercana a los descubrimientos que se han reportado en el estado de Chihuahua junto con los desafíos que enfrentan los investigadores al intentar explorar estas tierras áridas.
- ¿Qué tipos de fósiles se han encontrado en Chihuahua?
Hay una gran diversidad de fósiles en el estado, que van desde moluscos como los amonites hasta una gran variedad de dinosaurios no avíanos. Sin embargo, en dónde destaca el estado es en su registro paleontológico de megafauna pleistocénica.
- ¿Podría explicar cómo se lleva a cabo el proceso de excavación y conservación de los fósiles?
Se empieza con un recorrido de superficie para si se encuentra algo a ras del suelo. Posteriormente, se delimita el perímetro y se cuadricula el mismo a base de hilo y se excava estratégicamente, hasta llegar a casa, nivel nuevo de tierra. Se utilizan herramientas como la cucharilla y picoleta, y al trabajar con los restos, herramientas más delicadas como las brochas y pinceles. Se debe registrar cada nivel estratigráfico y cada hallazgo con fotografía y dibujo.
Si el espécimen es muy grande, en muchas ocasiones se hace un molde a base de yeso del hueso, si no, se extrae con delicadeza, procurando el orden para no descontextualizar ningún hueso. Un método utilizado es guardar el fósil con la tierra de donde fue extraído para no exponerlo a cambios bruscos de ambiente.
Ya en el laboratorio se realizan una serie de análisis y estudios. Si se busca para investigación, se procura modificar lo menos posible al hueso. Si, por otro lado, se destina para exhibición, se restaurará el fósil por medio de pegamentos, resinas y soportes.
- ¿Qué descubrimientos recientes se han hecho en y qué nos dicen sobre la fauna y flora prehistórica de la zona?
El hallazgo mediático más reciente se ve por medio de un supuesto descubrimiento de una especie de tiranosaurio en México.
Si bien la investigación no es del todo fidedigna, nos habla de la diversidad de especies tan tempranas como las de la era mesozoica en México. La biodiversidad que el territorio donde vivimos ha resguardado desde tiempos milenarios.
[Fidedigna: Digno de fe y crédito]
- ¿Cómo se determina la antigüedad de los fósiles encontrados?
El método más eficaz para datar fósiles es el de los isótopos radiactivos. Con el paso del tiempo, los elementos que conforman los fósiles y las rocas que los rodean se empiezan a descomponer y convertir en otros elementos. Hay una serie de dichos elementos que se puede identificar con detalle a qué velocidad se descomponen, dando así las cronologías de los fósiles.
Otro método es el propio análisis estratigráfico; si una especie aparece más arriba que otra, esta será más reciente. Se pueden utilizar las técnicas de isótopos para datar todo un nivel estratigráfico y así definir de manera más sencilla la temporalidad de los fósiles.
[Análisis estratigráfico: Disciplina que estudia las propiedades de la tierra, como las características de las rocas, propiedades y edad.]
- ¿Qué desafíos enfrentan los paleontólogos al trabajar y cómo los superan?
Existe una gran cantidad de desafíos en la paleontología mexicana. Primero que nada está el presupuesto, el dinero destinado a la investigación es poco o nulo. En estos casos, los paleontólogos tienen que buscar universidades, empresas o proyectos en dónde exista la solvencia económica para poder efectuar investigaciones.
Además, aunque México es un país inmensamente rico en cuanto a restos fósiles, las vacantes son realmente escasas, son muy pocos los paleontólogos que realmente llevan a cabo investigación. Es una profesión con una demanda lamentablemente baja, y los trabajos son esporádicos, por lo que se necesita una gran dedicación y perseverancia.
- ¿Cómo contribuyen los hallazgos en nuestra comprensión de la evolución y migración de especies en América del Norte?
Gracias a la paleontología se puede ver con detalle cómo es que diferentes especies aparecen y desaparecen en el registro fósil, cómo es que cambian con el tiempo.
Se puede analizar como cambios geológicos, climáticos, ecológicos, entre otros, afectan la distribución de las especies. En el caso de América del Norte, un evento clave fue la conexión de norte y Sudamérica por medio del actual territorio de Panamá. Esto trae consigo una abundancia de especies previamente desconocidas en ambos continentes, todo registrado en los estratos.
- ¿Existen colaboraciones con otras instituciones o países en la investigación de los fósiles?
El INAH es el encargado de investigar y resguardar cualquier resto paleontológico, por lo que cada que alguno de estos se encuentre, ya sea en obra pública, privada, entre otros, se tiene que trabajar en conjunto con la empresa, secretaría o institución encargada de dicha obra.
En cuanto a los países, actualmente se tienen relaciones principalmente con Estados Unidos, que frecuentemente efectúa investigación y excavaciones en el país. Además, hay relaciones académicas con diversas instituciones, principalmente de Centroamérica.
- ¿Qué medidas se están tomando para proteger y preservar los sitios paleontológicos?
Actualmente, el apoyo a la paleontología es muy escaso, regularmente, la protección de sitios se da por medio de instituciones privadas como museos o universidades, en ocasiones, propietarios de los terrenos en dónde se encuentra el sitio se encargan de su protección y difusión. En Chihuahua se tiene el caso del Ecomuseo Rancho Don Chuy, en el municipio de Aldama, un sitio administrado por los mismos dueños del rancho, quienes se encargaron de transformarlo en sitio turístico.
- ¿Cómo pueden los descubrimientos influir en la educación y el interés público en la paleontología?
La investigación paleontológica en México hecha por mexicanos es de suma importancia, ya que es por medio de nuestros medios nacionales como nos podemos enterar de este tipo de sucesos.
Que se haga, y más importante, que se publique todo lo que se trabaja abriría el panorama, no solo en sentido económico, al atraer más inversión en sentido académico y turístico, sino que la sociedad podría conocer e interesarse por la historia natural de su país. Queda en uno el investigar sobre la paleontología, pero al hacer un verdadero trabajo de difusión, personas sin una idea de lo que es y hace esta disciplina se podría acercar, conocer, aprender, hasta estudiarla, continuando así la tradición paleontológica tan rica del país.
Recientemente, el periódico “El Sol de Parral” publicó un hallazgo importante que se dio gracias al paleontólogo Alan Muñoz, al noroeste del estado de Chihuahua, en la Biosfera de Janos se encuentra el Peñón del Diablo, donde se encontraron unos grabados en piedra que fueron hechas en épocas antiguas como los tiempos arcaicos y el periodo medio.

En dichos grabados se muestra cómo se entendía la astronomía, relatando hechos astronómicos desde la perspectiva arcaica. Se encontraron cerca de 41 grabados, de los cuales también se encontraban dibujos de animales que se encuentran en la zona.
El peñón del diablo no es el único lugar donde se encuentran los grabados, también se encuentran en las cuevas y los ríos donde las personas no frecuentan, en estos ríos lo que se encuentran son grabados de escrituras antiguas que las civilizaciones usaban como guía.
Se han descubierto mamuts, bisontes prehistóricos, venados y pecaríes. Estos animales pueden parecer recientes, pero a diferencia, estos animales ayudan a entender a las especies y su convivencia con las civilizaciones antiguas.
Además de los animales, también se encuentran de forma regular las puntas de lanza y las vasijas antiguas. Estos hallazgos por lo general son encontrados por los lugareños de forma accidental, los cuales muchas veces conservan estas reliquias como recuerdo o las vuelven a enterrar en la tierra.
La Zona Arqueológica Paquimé se localiza en el municipio de Casas Grandes, Chihuahua. Este lugar es un gran vistazo a cómo los Pueblos del Norte de México y Mesoamérica se conectaban, ofrece evidencia única de construcciones de arquitectura de tierra. En la zona también se encuentra el Museo de las Culturas del Norte, que ofrece una de las más interesantes colecciones arqueológicas del México Antiguo que se lograron extraer durante las excavaciones de Paquimé.
Todos estos hallazgos nos cuentan la evolución de las especies y la humanidad, el cómo se han adaptado a lo largo de los años a los entornos que nos rodean, nos cuenta su modo de vida como podían sobrevivir y descubrir nuevas formas de hacer nuevas cosas que los ayudaban a sobrevivir y a estar más cómodos en su ambiente antes de la conquista española.