Cuando cerramos los ojos y nos sumergimos en el sueño, nuestro cuerpo se embarca en un viaje a través de diversas etapas que nos mantienen en un estado de descanso y recuperación. Durante la noche, nuestro cerebro pasa por diferentes fases del sueño, que se pueden dividir en dos categorías: sueño no REM (NREM) y sueño REM (movimiento ocular rápido). Vamos a echarle un vistazo a cada una de estas fases.
REM: Rapid eye movement (movimiento ocular rápido)
Fase 1: Sueño Ligero (NREM)
La fase 1 es la etapa más ligera del sueño, donde estamos en un estado de transición entre seguir despiertos y el sueño. Dura solo unos minutos y es fácil despertarse durante esta fase. En esta etapa, la actividad cerebral comienza a disminuir, y nuestros músculos se relajan. Podemos experimentar movimientos involuntarios y sensaciones de caída (seguro te ha pasado), y esto es lo que nos puede hacer despertar con rapidez.
Fase 2: Sueño Moderado (NREM)
En la fase 2, el sueño se vuelve más profundo. Esta etapa representa aproximadamente el 50 % del tiempo total de sueño. Aquí la temperatura corporal disminuye y la frecuencia cardíaca se estabiliza. La actividad cerebral también muestra patrones característicos, como los “husos de sueño” (ritmos cerebrales) y los “complejos K” importantes para la consolidación de nuestra memoria.
Fase 3: Sueño Profundo (NREM)
La fase 3 es el sueño profundo, también conocido como sueño de ondas lentas. En esta etapa, la actividad cerebral alcanza su punto más bajo, y es más difícil despertarse. El sueño profundo es esencial para la recuperación física y mental porque aquí el cuerpo se repara y regenera durante este tiempo. También se liberan hormonas importantes, como la hormona del crecimiento y la reparación celular.
Fase 4: Sueño REM
La fase REM es la etapa donde ocurren los sueños más vívidos. Suele comenzar aproximadamente 90 minutos después de quedarnos dormidos y se caracteriza por un aumento en la actividad cerebral, similar a cuando estamos despiertos. Durante el sueño REM, los ojos se mueven rápidamente bajo los párpados, de ahí su nombre. Esta fase es importante para la memoria, el aprendizaje y el procesamiento emocional. A lo largo de la noche, el tiempo que pasamos en sueño REM se incrementa, y puede llegar a representar hasta el 25% de nuestro sueño total.
Así que la próxima vez que te despiertes, pregúntate: ¿Dónde estuve mientras soñaba? El viaje nocturno puede ser más profundo de lo que imaginamos.
Consultas:
https://espanol.nichd.nih.gov/salud/temas/sleep/informacion/sucede
https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/vida-saludable/dormir-bien/fases-del-sueno