Hipotiposis significa “esbozo”, “anotación”; una hipotiposis, según la RAE, es una descripción viva y eficaz de alguien o algo (entrada digital para “hipotiposis”). En la traducción del libro Hipotiposis pirrónicas al castellano presentada por la editorial española Akal, Rafael Sartorio Maulini escribe: “Los Bosquejos o Hipotiposis pirrónicas son un tratado –hipotiposis quiere decir “apunte” o “notas”, en un sentido próximo al de nuestro “compendio”- que presenta las líneas básicas del escepticismo en una tradición que se remonta a su fundador, Pirrón de Elis”. (Sexto 7-pp.8) Las Hipotiposis pirrónicas, son, entonces, un sumario de las ideas más importantes que conforman el pensamiento pirroniano. Llamamos sumario a esta particular obra porque deseamos destacar su carácter recopilatorio y resumido en tanto su rasgo de “esbozo” – tal y como se decidió traducir la palabra hipotiposis en la versión de Antonio Gallego Cao y Teresa Muñoz Diego para la editorial Gredos-, a pesar de que bien podría ser considerado un tratado o compendio (cf. Sexto pp.84, 5-6). También, este libro podría entenderse como un “manual” pirroniano debido a que presenta y defiende, a modo de guía, el estilo de vida (actitud/estado de ánimo) escéptico.
Un manual es un libro del que uno puede “echar mano” cada vez que se tenga alguna duda respecto alguna tarea o forma de proceder específico. Los manuales son escritos para una fácil comprensión, los cuales conducen sistémicamente, “paso a paso”, al lector hacia el entendimiento o solución de un problema. En este sentido es que las Hipotiposis pirrónicas se presentan como “manual al lector”, ya que dentro de las intenciones del autor, aquella que pretende enseñar sobre la disposición escéptica, puede ser considerada, tanto por su redacción como por su motivación: una guía concisa y ordenada para conducir al lector hacia la vida escéptica.
Pese a que explícitamente -al menos para la traducción que hemos elegido de la obra por parte de Rafael Sartorio- Sexto define sus esfuerzos con la palabra “tratado” (cfr. Hipotiposis 89), hay que insistir con la palabra manual a partir de que fue escrito pensando en su “utilidad” y motivación. Para quien fuera un iniciado en esta escuela filosófica del pirronismo, dicho “pequeño” esbozo que presenta Sexto Empírico podría servirle para irse haciendo una idea de los fundamentos de tal doctrina. Por su carácter condensado, sistémico y ordenado, las Hipotiposis pirrónicas brindarían al lector que quisiese formarse como escéptico pirroniano un manual del que puede “echar mano” cada vez que tuviese alguna duda respecto cómo proceder o pensar de acuerdo al pirronismo ante cualquier situación emergente.
Sexto Empírico se ha encargado de presentar de forma bien estructurada en las Hipotiposis los cimientos del pensamiento pirroniano a partir de redactar una obra meticulosamente dividida por capítulos, los cuales están específicamente ordenados. Dividido en tres libros, este manual práctico, pero meticuloso, aborda dos aspectos de lo que vendría a ser la forma de vida del pirroniano: la escepsis. El primer aspecto es el general, desde el que se ven, según Sexto, cosas como el criterio y el fin de la orientación escéptica, la forma de concebirla, sus fundamentos y argumentos, así como lo que tradicionalmente se denomina como tropos, es decir, los argumentos disuasivos y conducentes a lo que denominarían epojé o suspensión del juicio; también, por último, lo que la distingue de las otras doctrinas afines. Todos estos temas se ven abordados la primera parte del tratado. A lo largo del segundo y tercer libro, Sexto se avocará en presentar, una por una, las respuestas a todas las escuelas dogmáticas que alguna vez le hicieron frente, no perdiendo de vista nunca el carácter distintivo de la escepsis: no declarar nada como absolutamente cierto y concluir cualquier inferencia en una suspensión del juicio (epokhé). Lo notorio de la segunda parte es el cómo echa mano de algunas nociones y argumentos de la primera parte del libro para exponer las inconsistencias doctrinales entre escuelas filosóficas y las refutaciones contra los argumentos dogmáticas típicos.
En suma, este pequeño tratado representa una de las mayores fuentes de información de lo que fuera alguna vez en la antigua Grecia la escuela escéptica. Este libro representa uno de los pocos vestigios documentados de lo que significaba ser un escéptico al estilo pirroniano; su valor radica en su sistematización y exposición clara acerca de los principios, modos de vida y pensamiento que además un personaje como lo fue Sexto Empírico, considerándose a sí mismo escéptico, lo haya redactado. Destacamos esto porque, textos que den cuenta del escepticismo con este rigor y minucia, y que además den cuenta de un verdadero escéptico no existe; la alternativa típica es la famosa obra de Diógenes Laercio Vida de los filósofos más ilustres, donde expone las diferentes doctrinas y curiosidades de los distintos filósofos hasta su fecha, y aunque existan ciertas concordancias entre obras, el valor antes mencionado de las Hipotiposis pirrónicas no es equiparable. Sin duda alguna, este libro escrito por uno de los más renombrados escépticos, nos ilumina y orienta sobre lo que significaría ser un escéptico; ultimadamente, se presenta como una obra que motiva a sus lectores a no tener miedo de dudar de todo aquello que las personas, en dichos, dan por hecho. Una refrescante invitación en este mundo caótico y lleno de disensión y polaridad.
Fuentes y referencias.
- Empírico, Sexto, Esbozos pirrónicos, trad. Antonio Gallo y Teresa Muñoz, 2da. ed., Madrid, Gredos, 2014.
- Empírico, Sexto, Hipotiposis pirrónicas, trad. Rafael Sartorio Maulini, 1era. ed., Madrid, Akal, 1996.
Obra recomendada:
Vida de los filósofos más ilustres de Diógenes Laercio.