45 Years es una película del Reino Unido, dirigida por Andrew Haigh y estrenada en el 2015; en esta película se explora en profundidad un matrimonio a pocos días de cumplir 45 años, Kate y Geoff se encuentran planeando su aniversario cuando una carta cambiará sus planes, poniendo en riesgo su mismo matrimonio.
En el film son explorados muchos temas, siendo los principales las relaciones humanas y el paso del tiempo. A través de las escenas y los símbolos recurrentes en la cinta podemos conocer mejor a nuestros protagonistas y su relación.
Antes de comenzar con los símbolos en el contenido, hay una particularidad en la estructura de la película. Esta se divide en secciones, vemos en la película una semana en la vida del matrimonio. Una semana que se dirige hacia el sábado día de su aniversario, por lo tanto, la película se divide en secciones que son divididas por medio de tarjetas indicando cada día de la semana.
Así vamos viendo día a día la progresión de los eventos, las dificultades que se desarrollan entre dos personas y todas las problemáticas que conlleva el convivir con otro tan solo durante una semana, hasta que al final del film la última cartilla que se presenta nos repite el nombre de la película 45 años, dejándonos en profunda reflexión mientras vemos la pantalla negra, dejándonos sin más que pensar en la infinidad que representan esos 45 años con otra persona. Si una película de menos de dos horas nos da tanto de que hablar, tanto de que teorizar, y esta solo trata una semana en la vida de una pareja, las complejidades en 45 años de matrimonio son infinitas y escapan a nuestra imaginación.
Uno de los símbolos recurrentes es el cigarro, después de recibir la carta con el aviso del descubrimiento del cuerpo de su antigua amada Geoff fuma por primera vez en la película. Por la reacción de Kate y su conversación nos damos cuenta de que hace mucho tiempo ambos fumaban mucho; sin embargo, terminaron dejándolo juntos también, o al menos eso parece. Dándonos al menos una idea de la longevidad de su relación, que supera incluso un vicio tal como el cigarro, que en muchos casos acompaña a su consumidor hasta el final de sus días. Al volverse entonces el cigarro, o mejor dicho, la ausencia del cigarro, un símbolo para su relación, podemos entender entonces al fumar como una transgresión de esta relación. Durante la primera mitad solo vemos a Geoff fumar, significando una actitud de desdén hacia Kate, ya que como descubriremos después, él estuvo planeando un viaje a Suiza a ver el cadáver de su amada.
No es hasta el segundo acto que Kate fuma por primera vez, momentos antes de buscar en el ático las antiguas fotografías de su marido con su antigua amante. Reforzando aún más la significación del cigarro como un sinónimo de traición o transgresión hacia el otro. Algo interesante y coherente hasta el final del film es que, sin embargo, nunca vemos a nuestros protagonistas fumando juntos, siempre el otro mantiene en pie la relación por así decirlo, además de que siempre que los vemos fumando los vemos desde lejos, desde otro espacio, casi como si los estuviéramos espiando y los sorprendiéramos haciendo algo malo, cometiendo alguna infidelidad.
Otro aspecto interesante son las fotografías, ya que como dicen los protagonistas, ellos no suelen tomarse fotografías, lo cual vuelve aún más doloroso el descubrimiento de Kate de las fotografías de Geoff y su amada. No es hasta el final de la película que vemos fotografías de ambos juntos, pero esta son aportadas por sus amigos, por otros, y no provienen del matrimonio mismo.
Lo último que me gustaría analizar es uno de los problemas principales que parece brotar de la película. ¿Es posible mantener el amor por tanto tiempo? Podríamos sostener que la película nos dice que el amor sí se mantiene. Por un lado, tenemos el amor de Geoff y Kate, quienes a pesar de tener dificultades al final del film, parecen permanecer juntos con su vida marital. Aunque esto puede ser criticado por la escena final en donde se nota una clara inconformidad e incomodidad en Kate.
Ahora, por otro lado, pareciera que el amor de Geoff por Katya sí permaneció puro, seguramente si la relación de Geoff y Kate no fue perfecta, el de Katya sí lo fue, pues permaneció 50 años intacto al igual que su cuerpo. Sin embargo, esta justificación falla también y nos trae a la mesa algo bastante interesante, ya que Katya está presente como una ausencia física. La afirmación del amor de Geoff por ella, sostenida como sustento de la tesis de que en efecto el amor puede mantenerse por mucho tiempo, falla puesto que ella, a final de cuentas, está muerta. El amor entonces deja de ser no por una persona presente, como Kate, y se convierte en amor por otro, pero por un otro ficticio, que puede ser representado por la pura posibilidad, amantes posibles, o como ausencia, un fantasma de alguien que ya no es. Solo de esa manera el amor puede mantenerse, si no me parece que inevitablemente se deja de querer.
Se deja de querer…
Y es como el ciego que aun dice adiós llorando
Después que pasó el tren.
……
Se deja de querer…
Y es como un niño que ve como naufragan sus barcos de papel
O escribir en la arena la fecha de mañana
Y que el mar se la lleve con el nombre de ayer.
……
Y es como la sortija que se quitó del dedo
Y solo así supimos… Que se marcó en la piel.
Se deja de querer…
Y no se sabe porque se deja de querer.