Con el inicio del mes de septiembre han arribado nuevas problemáticas en las situaciones relacionadas con la Reforma Judicial. Al acercarse el término de su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha propuesto e impulsado un paquete de reformas donde se propone no solo transformar o modificar la estructura del Poder Judicial de la Federación, sino además la reforma de organismos autónomos, entre otras más.
Como se ha venido anunciando desde hace semanas, se pretende modificar el modo de elección de jueces y magistrados que integran el Poder Judicial para ser elegidos por el voto popular. Dicha propuesta ha generado incertidumbre e indignación entre dichos miembros debido, en su mayor parte, a la preocupación por la concentración de poderes en la fuerza política de Morena.
El 19 de agosto, aquellos quienes integran el Poder Judicial iniciaron un paro laboral indefinido, que a la fecha ha sumado estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, quienes criticaron y marcharon contra esta reforma, además de sumar a los trabajadores de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el día 3 de septiembre.
Con la desaparición de la oposición debido a la mayoría calificada que ostenta Morena, gracias a la aprobación emitida por el Instituto Nacional Electoral, en la Cámara de Diputados, es probable y seguro que la reforma contra el Poder Judicial se concretará sin ninguna fuerza que pueda detenerlo.
Con el desvanecimiento del contraste de poderes se tambalean los principios democráticos dando paso al control oficialista sin precedentes. Dicha situación preocupa a quienes integran la oposición en México debido a la enorme influencia presidencial y sobre todo con el acercamiento de un nuevo gobierno que consolida la posición de Morena hoy más que nunca.