La violencia en una relación de pareja se entiende por cualquier agresión física, psicológica, mental y sexual con el fin de dominar y mantener el control sobre la otra persona. Comienza con cualquier comentario incómodo, después con un jaloneo que al principio puede parecer un juego entre ambos, pero conforme pasa el tiempo la situación puede llegar a ser más grave.
Existen varios factores que impiden darse cuenta del rumbo que está tomando la relación; uno de ellos es estar enamorado, pues no les permite pensar de manera objetiva sobre que están siendo violentos por su pareja y que son víctimas de esta.
No querer aceptar la realidad de este atroz hecho quizás sea el primer síntoma de que uno de los dos está siendo agredido.
Cuando se cree que se encuentra a la persona correcta e indicada y al estar en la etapa del enamoramiento, se idealiza a la pareja y hasta se puede pensar que se va a superar todo lo malo, a tolerar y perdonar sus insultos y/o golpes, el maltrato psicológico, físico y hasta sexual; sin embargo, se debe de tener en cuenta que no se puede confundir amor con maltrato.
Para saber si tu relación es violenta debes analizar cómo te sientes cuando estás con tu pareja, si te sientes libre de comentar sobre algún tema de interés o de hacer cualquier cosa; cuando estás a su lado sin el temor de que se enoje o se ponga agresivo, te insulte y te haga hacer cosas que no quieres, como cambiar tu forma de vestir o de convivir con otras personas
Hay que tomar en cuenta también que la violencia en el noviazgo puede ser tanto del hombre a la mujer como la mujer al hombre, hay una forma en la que puedes analizar este tipo de comportamiento existen 3 etapas
La primera etapa: tu pareja se tensa constantemente, su tensión se acumula y crece tanto que insulta y reprocha.
La segunda etapa: Te agrede física y/o emocionalmente sin poder controlarse.
La tercera etapa: Busca la reconciliación, dice arrepentirse, promete que va a cambiar y te llena de obsequios y se muestra muy complaciente. Cuando este ciclo sucede más de una vez en la relación o la pareja tiene episodios de agresión que aparecen de la nada, se está ante un caso de violencia que debe ser detenido y atendido.
Existe algo que se le conoce como el violentómetro estas son las 10 señales que puedes reconocer cuando una pareja tiene una tendencia a la agresión:
- Te pone apodos o te llama de maneras que te desagradan, sobre todo en público.
- Ha intentado chantajearte sentimentalmente, o lo has descubierto mintiendo y engañándote.
- Trata de controlar tus actividades, con quién sales, revisa tu celular e incluso te hace prohibiciones.
- Te cela, insinúa que andas con alguien más, o te compara con sus ex novias.
- Ha destruido alguna posesión tuya (cartas, regalos, celulares).
- Identificas que te “manosea” o hace caricias agresivas.
- Te habla de cerca, levantando la voz acorralándote contra la pared.
- Te ha golpeado argumentando que es “de juego”.
- Ha ocurrido violencia física: cachetadas, empujones, patadas hasta puñetazos.
- Amenaza con golpearte, encerrarte, dejarte o incluso con matarte.
- Te obliga a tener relaciones sexuales o incurre en violaciones.
Estadísticamente se sabe que el total de las mujeres y hombres que tienen o han tenido una relación de pareja sin vivir juntos, el 43.9 por ciento a enfrentado agresiones de su pareja según el instituto nacional de estadística y geografía.
De estas agresiones la más frecuente es de forma emocional, dentro del 40 de las encuestas que se han realizado el 17.9 por ciento ha sido víctima de agresión física como lo son, empujones, jalón de cabello, bofetadas, golpes con puños y/o objetos, el 6.5 por ciento a sufrido ataques de carácter sexual y el 20.9 por ciento de forma económica.