Jesús Urueta nació en la ciudad de Chihuahua, Chihuahua el 9 de febrero de 1868. Sus padres, el Dr. Eduardo Urueta y Refugio Siqueiros Sarviate lo enviaron a estudiar jurisprudencia a la ciudad de México. Fue bibliotecario de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, más tarde se adhirió al Reyismo; y después fungió como diputado a la XXVI Legislatura en el gobierno de Francisco I. Madero. También se desempeñó como profesor de literatura de la Escuela Nacional Preparatoria.
Perteneció al Bloque Renovador participando a lado de Serapio Rendón, Luis Cabrera, Roque González, Garza, Enrique Bordes Mangel y Francisco Escudero. Este grupo era contrario a la conciliación: cuando Madero pretendía la aproximación con los partidos de oposición, el Bloque Renovador se indignaba si el presidente cedía a la presión política.
En 1914 Urueta fue nombrado jefe de despacho de la Secretaría de Relaciones Exteriores del Gobierno Constitucionalista y alterno de Venustiano Carranza. El cargo lo ejerció del 15 de enero al 23 de junio de 1915. Asistió como delegado de México en el Congreso de Historia de Roma.
En 1919, a la muerte de Amado Nervo, viajó a Buenos Aires como enviado extraordinario y ministro plenipotenciario. Por sus dotes en el arte de la oración se le conoció como el “príncipe de la palabra”. Sus discursos parlamentarios pueden leerse en el Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados.
Como periodista, colaboró para la revista El Siglo XIX y para La Revista Moderna. Como escritor, Fresca fue el título que puso a su primer libro, el cual es de corte ensayístico y data del año de 1903. En Alma Poesía, escrito en 1904, recopiló sus conferencias sobre literatura griega pronunciadas en la Escuela Nacional Preparatoria. También escribió El Arte de Hablar en Público, Pasquinadas, Desenfados Políticos y Discursos Literarios.
Jesús Urueta Siqueiros fallece el 9 de diciembre de 1920 en Buenos Aires, Argentina, cuando era ministro de México en aquella ciudad.
Sus restos fueron inhumados el 29 de marzo de 1921 en la actual rotonda de los hombres Ilustres. De igual manera en Chihuahua se le reconoció como un chihuahuense ilustre, su monumento puede visitarse en el Paseo Bolívar la esquina con la avenida Independencia.