En la ciudad de Moscú, capital de Rusia, se presentó un aterrorizante suceso, en el que participó una mujer musulmana de 38 años de edad y madre de tres hijos, al decapitar a una menor, el pasado 29 de febrero de 2016, por actos terroríficos detuvieron a “la asesina sin piedad”.
La agresora fue identificada como Guiulchejra Bobokulova de nacionalidad Uzbeka, llegó desde Uzbekistán en busca de trabajo. En su país dejó a su marido y sus hijos, a los que mantenía con el dinero que recibía cada mes por cuidar a Anastasia, una niña de 4 años que necesitaba cuidados constantes debido a un pequeño retraso. La niñera de la menor aprovechando la ausencia de sus padres cometió el acto psicópata.
Después de decapitar a la niña, fue incendiada la casa, en la que los bomberos encontraron el cuerpo sin cabeza con una camiseta corta y pantalones de algodón ya incinerado, el suceso se presento a las 9:30 de la mañana de Moscú. Luego la mujer caminaba por las afueras de la ciudad cuando sacó de su bolso una cabeza humana tomándola del cabello, al mismo tiempo gritando: “soy una terrorista, van a morir” , “el fin del mundo va a llegar en un segundo”, “soy una suicida”, entre otras frases de índole religioso y terrorista que gritaba en idioma ruso.
Bobokulova afirmó ser la culpable del impresionante hecho, la que al final fue detenida por la policía.