Fusión de historia y cultura que definen a un estado
El simbólico edificio chihuahuense es hoy en día un lugar dedicado a la conservación, promoción y difusión de la cultura y patrimonio histórico, arqueológico, etnográfico artístico y natural del estado. En este museo se puede encontrar desde una amplia gama en oferta cultural í¢â‚¬”que incluye exposiciones permanentes y temporales, actividades artísticas y académicas-, hasta la consulta de acervo y banco de fotografías en la Fototeca del Centro INAH (Instituto Nacional de Antropología eHistoria) Chihuahua.
Su historia.
Con origen en el año 2003, el proyecto tomó forma hasta el 2005, cuando se iniciaron las labores de restauración y adaptación del inmueble, concluyendo los trabajos en noviembre del 2006.
Sin embargo, el carácter particular de este edificio histórico yace en su rica historia como un elemento distintivo en el mapa de la capital. Su origen se remonta al año 1717, cuando se dedicó su construcción para cubrir la necesidad educativa de los hijos de españoles e indígenas en la zona, dando paso a lo que fue el Colegio de Loreto,
espacio educativo jesuita.
Tras la disposición del Rey Carlos III por expulsar a todos los jesuitas de los dominios de España, el basto terreno se vio desolado. Entonces, por la sólida prestación del edificio principal y la amplitud de terreno, en 1786, el predio pasó a manos del tesorero de la Real Hacienda para la posterior instalación de un Hospital Militar en ese lugar. En esta etapa de naturaleza militar, el edificio hospedó a las principales cabecillas del movimiento insurgente por la independencia (de abril a julio de 1811). Don Miguel Hidalgo habría de vivir sus últimos días en la torre del templo de Nuestra Señora de Loreto.
Allá entre 1865 y 1867, en el paso de la República itinerante del presidente Juárez, se proyectó la edificación de un monumento dedicado a la memoria del Padre de la Patria, por suscripción nacional. No obstante, la llegada de Luis Terrazas a la gubernatura vio la modificación del proyecto, resultando en la construcción del edificio que albergara a los Supremos Poderes del Estado y la colocación del monumento en la plaza de San Felipe.
Fue durante la administración presidencial del presidente Porfirio Díaz que el edificio adquirió el aspecto que mantiene hasta nuestros días, luego que la gubernatura de Enrique C. Creel solicitara a la Secretaría de Hacienda la construcción de un solo inmueble que diera cabida a la dispersión de las oficinas federales, pasando a utilizar
entonces el solar de la Casa de Moneda Chihuahua.
El edificio fue inaugurado el 16 de septiembre de 1910, y a lo largo del Siglo XX fungió como sede de la Administración de Correos, la Oficina de Telégrafos, la Oficina Federal de Ensaye, la Pagaduría Civil Federal, la Dirección Federal de Educación, la Oficina de Alfabetización, la Agencia del Ministerio Público Federal y la Agencia de
Minería.
Hoy, la Casa Chihuahua es el hogar de la variedad artística, histórica y patrimonial de nuestro estado. Combina las efigies de tiempos que marcaron la forma de nuestro país y da espacio a la creación de nuevos panoramas. Artistas locales, nacionales e internacionales utilizan este escaparate y acercan a los chihuahuenses un fragmento de identidad contemporánea. No dejes de visitarla Casa Chihuahua.