En la madrugada del 16 de septiembre del 1810, en el pueblo de Dolores, Guanajuato (hoy llamado Dolores Hidalgo), ocurrió un evento que comenzó la lucha por la independencia de México. Este suceso, conocido por todo mexicano como el “Grito de independencia”, fue encabezado por el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla. Con las campanas resonando provenientes de la iglesia, Hidalgo preparó a las personas reuniéndolas con un discurso, que dio inicio al movimiento independentista.
Desde 1808, Hidalgo y Costilla, influenciado por ideas de libertad, también empezó a participar con las reuniones secretas que se disfrazaban de tertulias literarias. Estas reuniones se realizaban en la casa del Corregidor de Querétaro, Miguel Domínguez, y su acompañante de vida, su esposa, también de Josefa Ortiz de Domínguez, donde en el lugar se reunían importantes personajes, como abogados, militares y hasta los propios comerciantes.
El plan de los insurgentes era levantarse en armas en el mes de diciembre del 1890, pero se impidió porque la conspiración salió a la luz, bastantes miembros salieron arrestados por este suceso. Sin embargo, por la advertencia que realizó Josefa Ortiz de Domínguez, se consiguió enviar a Ignacio Allende un mensaje de mucha importancia por el cual adelantaron la fecha. Así, en la madrugada del 16 de septiembre, no hubo más que nada, el propio Hidalgo pronunciando su propio discurso, donde se encontraba en el atrio de aquella iglesia, con sentimiento, furor y fuerza, él comienza a gritar “¡VIVA LA AMÉRICA!”, y “MUERA EL MAL GOBIERNO”, desde ese momento, el mismo Miguel Hidalgo y Costilla, decidido y con valor, empieza a convocar las personas para luchar por la libertad, por lo tanto, este acontecimiento dio origen del movimiento de Independencia de México. Dando este comienzo, hoy en día se celebra el 16 de septiembre, un acontecimiento que perdura en nuestra época.