Por: Jair Ronquillo, Erick Castro y Eduardo Valdez.
El trabajo en la industria maquiladora se ha convertido en uno de los rasgos identitarios del norte de México. Los modelos económicos de los últimos años han dado grandes facilidades para esta practica neo colonial en la que trabajadores y empresarios locales se alquilan como piezas del engranaje industrial de las grandes corporaciones. La maquila cambia la vida de las regiones donde se instala. Ofrece a hombres y mujeres una oportunidad de empleo remunerado y relativa estabilidad económica.
El centro cultural Los Laureles abre sus puertas para presentar la exposición Procesos de línea: Trabajadoras de la industria maquiladora, la cual presenta por medio de esculturas, fotografía cartas y textos, el resultado de un proyecto de aprendizaje y revaloración de la figura de la mujer maquiladora.