La edad media fue un periodo fascinante, pues significó la transición de un periodo de oscurantismo e ignorancia religiosa para dar paso a una etapa en la que, fe y razón se integran para entender y dar respuestas a los conceptos de la doctrina cristiana. La búsqueda de la verdad, propio de la edad antigua, deja de ser tema central en sus discursos, para centrarse en la demostración de la existencia de Dios.
Así, desde una visión racionalista, los doctos de la iglesia se sirven de la fe y razón, fe y ciencia, como dos vías válidas para conocer a Dios y probar su existencia; Las cinco vías de Tomás de Aquino, representó una profunda reestructuración en el pensamiento de la teología cristiana, quien, a partir de los escritos de Aristóteles y su concepto del “motor inmóvil” como principio rector del universo, es decir, la causa del primer movimiento e impulsor de los otros movimientos, diseña un sistema aristotélico-cristiano para dar razón a la existencia de Dios.
Santo Tomás de Aquino fue un gran filósofo y teólogo italiano, nacido en 1224. Es considerado el máximo exponente de la filosofía escolástica y Doctor de la Iglesia; la estructura de su pensamiento, como ya lo mencionamos, se generó a partir de las interpretaciones del aristotelismo a la doctrina cristiana. Este Defensor del realismo moderado, argumentaba que la fe y la razón trabajando en conjunto y armonía eran capaces de demostrar racionalmente la existencia de Dios.
A diferencia de otros pensadores de su época, quienes que partían de la idea de Dios para demostrar su existencia, Tomás de Aquino argumenta que, debemos partir de lo general a lo particular, es decir, de aquello que es más cognoscible para nosotros a lo menos cognoscible, por tanto, para nuestro docto, si queremos demostrar la existencia de Dios debemos partir de la comprensión y contemplación de este mundo, para así elevarnos hacia el conocimiento de Él (Dios), pues si Dios es el creador de este mundo, debe haber alguna vía o alguna huella en este mundo que nos lleve a su conocimiento.
Por supuesto que, Santo Tomás necesitaba más que la teoría del primer motor para dar respuesta a un dogma de la iglesia, pues sus argumentos deben tener la capacidad de a partir de argumentos lógicos, acceder a la verdad que aspira la fe, y para ello crea las cinco vías, en donde expone los efectos de la actuación de Dios en el mundo para remontarse a Él como causa última.
La primera vía se funda en el movimiento. Tomando la distinción aristotélica de potencia y acto, Santo Tomás argumenta que un ser no puede generar movimiento por sí mismo, de tal manera que hay una causa externa que genera el impulso, creando una cadena de seres o entidades que son movidas unas con otras, sin embargo, esta cadena no se puede generar de manera infinita, de tal modo, qué debemos llegar a un primer ser que sea la causa primera de movimiento, el primer motor, a lo que Santo Tomás llama Dios.
La segunda vía se basa en la causalidad eficiente. Está vía, lleva el mismo proceso que la primera, en la cual se debe llegar a una causa eficiente primera, pues argumenta nuestro teólogo, qué existen en las cosas de la naturaleza un orden de causas, las cosas no pueden ser causa de sí misma, si no debe haber algo que le preceda, no obstante, la cadena no puede ser infinita por qué debe existir una causa eficiente, fundamento de todo lo demás y que, a su vez, no tiene ninguna causa.
Tercera vía, la contingencia. Para Tomás de Aquino, hay cosas contingentes, es decir, que, aunque existen, podrían no existir. Ahora bien, si todo es contingente, significa que alguna vez no hubo nada, y cómo las cosas de la naturaleza no pueden darse a sí mismo, el ser, necesariamente, debe existir algo qué en sí mismo ya es y que no puede dejar de ser, a lo cual llamamos Dios.
Cuarta vía, los grados de perfección. Santo Tomás considera que todo existe en virtud de una causa de grado superior, por lo que debe haber un grado de perfección máxima que contenga todas las cualidades y virtudes con relación al cual podamos generar comparación. Para nuestro docto, el modelo máximo de todos los grados de perfección es Dios.
Quinta vía, sobre el gobierno de las cosas. Santo observa el orden de las cosas de la naturaleza, dicho orden tiene una causa, qué es una inteligencia superior, dicha inteligencia, sujeta al mundo, leyes, él establece una finalidad, es inteligencia ordenadora, es Dios.
Tomás de Aquino, en sus cinco vías no solo pretende justificar la existencia de Dios, sino manifiesta que Dios es el fundamento de lo que es, y para ello exalta sus atributos, argumentando que Dios es la causa primera, motor inmóvil que da movimiento a toda entidad, sin Él tener necesidad de ser movido, por lo cual es un ser necesario y causa de todo lo demás, es el grado máximo de perfección y la máxima inteligencia.
BIBLIOGRAFÍA:
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