“El mundo está contaminado no solo por los excrementos y los residuos materiales, sino también por los residuos de la comunicación y la información.” Byung-Chul Han
Byung-Chul Han desarrolla una reflexión profunda sobre el silencio y el ruido que tiene el hombre contemporáneo inmerso en la era digital. A lo largo de la historia, el silencio ha sido visto como un espacio de conexión espiritual y reflexión, un lugar donde el ser humano puede encontrarse con lo trascendente. En muchas culturas antiguas, los ritos religiosos comenzaban con un llamado al silencio: “El heraldo” ‘ordenaba’ el ‘silencio’ (epitattei ten siopen)“”. Este silencio, lejos de ser opresivo, representaba un estado elevado, una conexión con lo divino. Sin embargo, en la sociedad contemporánea, este silencio ha sido desplazado por el ruido constante de la información. Las redes sociales y la tecnología digital han llevado a una sobreproducción de contenido que elimina la posibilidad de detenerse y escuchar. El capitalismo de la información busca constantemente producir y consumir, haciendo que el silencio sea percibido como algo improductivo y, por tanto, indeseado.
La hipercomunicación es uno de los grandes males de la era digital, sostiene Han, estamos en una época donde “cada individuo se produce a sí mismo” mediante la constante autopresentación en redes sociales, eliminando cualquier espacio para la reflexión o el silencio interior. La conectividad ilimitada que ofrecen las plataformas digitales no crea verdaderas conexiones, sino que acentúa la soledad y el aislamiento. Han sostiene que vivimos en un “mundo sin consagración”, donde el verbo central no es “cerrar”, sino “abrir”. Abrimos los ojos, la boca, y constantemente estamos en un estado de exposición que nos priva de la posibilidad de introspección. Esta hipercomunicación, señala Han, no solo desacraliza la experiencia humana, sino que también “profana el mundo”, porque nadie se detiene a escuchar; todos están ocupados en hablar y producir. La consecuencia es la pérdida de la relación con uno mismo y con el entorno.
A pesar del ruido y la hiperactividad del mundo digital, el filósofo argumenta que el silencio es una forma de resistencia. El silencio, según el filósofo, no debe ser visto como una falta de acción, sino como una potencia negativa que nos permite recuperar la atención profunda y la contemplación. La cultura moderna ha perdido esta capacidad, como también advirtió Friedrich Nietzsche al describir la decadencia de la cultura aristocrática, que tenía la capacidad de “no reaccionar enseguida a un estímulo”. El silencio es el espacio donde se puede reflexionar sin la presión de reaccionar de inmediato, y este estado contemplativo es precisamente lo que el capitalismo digital busca eliminar. Al fomentar una compulsión de producir y compartir, la sociedad contemporánea destruye la potencia negativa del silencio, la cual, según Han, es esencial para mantener la calma contemplativa y la atención profunda.
Han destaca que el ruido no es solo una molestia acústica, sino una contaminación de la atención. El filósofo Michel Serres afirma que, así como los animales marcan su territorio con sonidos o marcas físicas, los seres humanos han llenado el mundo con signos y ruido informativo. Todo, desde los anuncios publicitarios hasta los mensajes en redes sociales, compite por nuestra atención, destruyendo la capacidad de centrarse en lo esencial. Este fenómeno lleva a lo que Han describe como un tsunami de información, donde el verdadero conocimiento y la contemplación son ahogados por la cantidad excesiva de datos superficiales. La información digital, según Han, está diseñada para captar nuestra atención momentáneamente, pero sin ofrecer profundidad ni trascendencia. Este ruido informativo impide que podamos detenernos, reflexionar y conectar con lo importante.
Recuperar el silencio, en este contexto, es mucho más que un lujo: es una necesidad para la salud mental y el equilibrio espiritual.
Fuentes:
- Han, B.-C. (2024). El saturamiento de información y la hipercomunicación. Bloghemia. Disponible en: bloghemia.com
- Nietzsche, F. (2020). Más allá del bien y del mal. Editorial Planeta.
- Serres, M. (2018). El contrato natural. Ediciones Cátedra.
- Barthes, R. (1980). La cámara lúcida: Nota sobre la fotografía. Editorial Siglo XXI.