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La constitución Gaudium et Spes es una reflexión profunda y crítica del Concilio Vaticano II sobre el papel de la Iglesia en el mundo contemporáneo, particularmente en el contexto del siglo XX. Este documento representa un diálogo abierto entre la Iglesia y el mundo, abarcando tanto a creyentes como a no creyentes, así como a las diversas religiones del mundo. En su núcleo, se encuentra un diálogo antropológico que permite al ser humano reflexionar sobre su existencia y su misión en el mundo como un ser creado con un propósito trascendente.
La base de este diálogo en Gaudium et Spes es la antropología. Sin embargo, el Concilio no se enfoca en una antropología meramente teológica, sino en una antropología existencial, que considera la totalidad de la experiencia humana. Esta perspectiva se refleja en la afirmación de que “nada de lo verdaderamente humano es ajeno al cristianismo” (GS, 1). Si la reflexión de esta constitución y del Concilio en su conjunto se centra en la persona humana, entonces es imprescindible que esta reflexión esté arraigada en la historia del hombre, pues la historia de la humanidad es también la historia de la Iglesia.
La salvación que Dios ofrece no está dirigida a individuos aislados, sino a la humanidad entera, que se manifiesta a través de una historia compartida. En este sentido, la antropología de Gaudium et Spes no se dirige a ciertos individuos selectos, sino a toda la comunidad humana. La Iglesia, por lo tanto, entiende la importancia del diálogo con el mundo, especialmente en un contexto postguerra donde el valor de la dignidad humana ha sido gravemente subestimado y donde se requiere urgentemente su reafirmación. Este diálogo es esencial para fundamentar la comprensión de lo que el hombre es y lo que la humanidad representa en su totalidad.
Aunque Gaudium et Spes no se presenta como un tratado antropológico en sentido estricto, su análisis debe revisarse en conjunto y a la luz de la filosofía antropológica. Lo que la constitución describe no es solo la visión de la Iglesia como una comunidad de creyentes, sino como un grupo de seres humanos profundamente comprometidos con el papel del hombre en el siglo XX y su proyección hacia el futuro, en el siglo que se abrió después del Concilio.
Continuará…
Fuentes:
1.- Concilio Vaticano II. (1965). Gaudium et Spes: Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual. Ciudad del Vaticano: Libreria Editrice vaticana.
2.- Rahner, K. (1972). Teología y antropología. Sal Terrae.