¿Por qué estudiar filosofía?
Si alguna vez has considerado adentrarte en el estudio de la filosofía, es probable que te hayas encontrado con preguntas como: “¿Para qué sirve estudiar filosofía?”, o “¿En qué puedes trabajar si estudias filosofía?”. Estos cuestionamientos son pragmáticos y comunes en nuestros tiempos, pero Bertrand Russell, uno de los filósofos más influyentes del siglo XX, tenía respuestas profundas a estas inquietudes, basadas en la lógica y la reflexión.
Russell sostenía que, incluso si lográramos resolver todos los problemas materiales de la humanidad, aún quedaría mucho por hacer para alcanzar una sociedad verdaderamente digna. Para él, la búsqueda de la verdad es algo esencial en el ser humano, especialmente en el caso de los filósofos. Aunque tal vez nunca lleguemos a una respuesta definitiva a todos los problemas sociales, la filosofía juega un papel crucial en la formulación de preguntas importantes y en la exploración de nuevas posibilidades para entender el mundo (Russell, 2004).
Una distinción fundamental que Russell subraya es la diferencia entre la ciencia y la filosofía: mientras la ciencia abarca lo que ya sabemos o conocemos, la filosofía se enfoca en lo que aún no comprendemos, es decir: la ciencia nos enseña cómo funciona el mundo, pero la filosofía nos ayuda a reflexionar sobre el significado de estos conocimientos. Según Russell, la filosofía amplía nuestras mentes, nos invita a cuestionar lo que nos rodea y nos otorga la libertad de pensar más allá de las limitaciones impuestas por la rutina y las normas sociales (Russell, 1912).
Russell también habla de lo que llama una auténtica contemplación filosófica. Esta no solo amplía los objetos de nuestro pensamiento, sino que también expande nuestras acciones y emociones. A través de esta perspectiva más amplia, nos liberamos de las preocupaciones cotidianas y nos convertimos en “ciudadanos del Universo”, con una visión más global y objetiva del mundo. Esta liberación de las expectativas sociales y de los miedos nos brinda verdadera libertad (Russell, 2004).
Finalmente, Russell advertía que, aunque algunas personas podrían considerar que la filosofía perdería relevancia en el futuro, su verdadero valor reside en la capacidad de liberar a las personas de la monotonía y los prejuicios. La filosofía nos invita a enfrentar las preguntas más fundamentales de la vida, preguntas que a menudo se ignoran en medio del bullicio cotidiano y los sofismas modernos. Para Russell, estudiar filosofía no es una pérdida de tiempo, sino un camino hacia el conocimiento objetivo, que permite a los seres humanos reflexionar sobre sí mismos y sobre el mundo en el que viven (Russell, 1912).
Fuentes citadas:
- Russell, B. (1912). The Problems of Philosophy. Oxford University Press.
- Russell, B. (2004). La conquista de la felicidad. Editorial Planeta.
- Popper, K. (1959). The Logic of Scientific Discovery. Routledge.
- Russell, B. (1946). A History of Western Philosophy. Simon & Schuster.