El Dr. Jaime Balmes nació en 1810, un año que supuso para la madre patria un cúmulo de sucesos que cambiarían la faz del mundo por completo, ya que estaba siendo invadida por las tropas napoleónicas, y estas circunstancias ya sabemos en qué desembocaron, pero más allá de este año en que nació nos interesa más los años en los que él empieza a tener una vida activa dentro de la política, puesto que también supusieron años difíciles y de grandes confrontamientos entre los diferentes grupos en los que se dividía la política española de esos años, pero vamos más despacio.
Balmes fue un niño especial, tenía lo que se necesita para que la filosofía lo atrajera a su ceno, como hijo que una vez visto por su madre lo reconoce al primer vistazo, con una memoria envidiable, y una penetración intelectual admirable, así como, las características que se tiene que tener para la madre filosofía lo reconociera, como hijo que necesita ser acogido en el ceno de una madre amorosa, de este modo Balmes, tenía este impulso irrefrenable de saber, queriendo siempre alcanzar una comprensión de la totalidad, así como el querer conocer y contestar las interrogantes básicas de la vida humana, el sentido de la existencia, la estructura del universo, la fuente y razón del universo, todas estas características, lo ponen en la posición de ser una persona que busca y más que buscar las respuestas, a estas interrogantes, busca en dónde acogerse, en donde poner en práctica y en ejecución todas las características que le vienen desde su nacimiento, y es ahí donde la filosofía da abrigo, le dio cobijo y resguardo, a todas las personas que buscan estas respuestas que causan tanto dolor porque la necesidad de encontrar respuesta en tan grande y perentoria, pero que la filosofía, es una isla de descanso pero también un impulso para seguir buscando y trabajando para esta necesidad de absoluto.
Pero esto no es lo que hace de Balmes un arquetipo de filósofo, aunque si son características que debe de tener cualquier filósofo, lo que nos interesa es su actuar, ya que este arquetipo viene dado por las características que dio Platón para un filósofo, el que debe de ocuparse de la política de su país, o de su gobierno, el que deben de obligarlo si no quiere gobernar, pero como esto no es y nunca ha sido posible, nos conformamos con que sea comprometido y esté al tanto y de su opinión a cerca de todo lo que sucede en su país. Así, Balmes es el arquetipo de este filósofo que no solo, se quiere que así sean todos los filósofos, sino que es necesario, ya que se necesitan verdaderos críticos, que den objetivamente su opinión, y que tengan convicciones fuertes en cuanto a defender sus ideales políticos.
No podemos decir que Balmes no se equivocó o que no cambio de opinión, porque lo hizo, pero al final lo que cuenta es que él con esa iniciativa de querer participar y no quedar al margen de acontecimientos tan importantes para su país, fundo varios periódicos en los cuales vertía todo su pensamiento, además de que él era, el que se encargaba de toda la redacción de dichas publicaciones, uno de los acontecimientos más relevantes y en los cuales estaba de lleno interesado era el matrimonio de la reina Isabel II, ya que en esos momentos era un conservador convencido.
En lo que nos centramos y lo queremos a Balmes como Arquetipo de filósofo, es en esto, que siempre estuvo al tanto de los sucesos de Europa y de su España, y qué nuca dudo ni temió en dar su opinión y comprometerse con una causa, así en sus diferentes periódicos, siempre daba su opinión que como dijimos no importa si estaba errado o acertaba en cuanto a su opinión, pero esto de alguna manera ayuda a una sociedad, porque hay una opinión con algún respaldo de conocimiento y de responsabilidad, y que desafortunadamente en nuestro México, y gran parte del mundo el filósofo está enclaustrado en su facultad en su cátedra y nada ni nadie lo hace actuar o moverse, opinar, ya que esto es un ejercicio en el cual su opinión tiene que venir respaldada de sus creencias y de su manera particular de concebir la sociedad y la política, así que como se dice vulgarmente no se quieren ensuciar, no se quieren enlodar en este fango que es nuestra política, y no solo en México sino en gran la gran mayoría de nuestros países occidentales.
Como conclusión de este pequeño análisis, podemos también recomendar sus trabajos filosóficos de nuestro Dr. Balmes, ya que tiene mucho también de su forma particular de ver el mundo, pero lo que queremos subrayar como lo importante para nuestro tiempo y nuestros acontecimientos, es lo que Jaime Balmes, realizo con todo compromiso y con el compromiso de dejar un mejor país, el de dar su opinión de realizar análisis de los sucesos que vivía en su tiempo, así esta es la característica que deseamos que sea un arquetipo para todo filósofo, que como vemos y sentimos es tan utópico como aquel de Platón, pero que esto debe de ser inculcado desde la escuela, desde nuestros claustros de conocimiento de la filosofía, a enseñar a empujar a los futuros filósofos a dar su opinión, a comprometerse no solo con el conocimiento y el saber, sino con la sociedad en donde viven.
Bibliográfica:
Balmes, J. (2007) Filosofía elemental. Editorial Porrúa. Sepan Cuentos. México D.F.