El duelo es la pérdida de algo significativo, que puede ser una persona, una relación , un trabajo, un cambio de país o, cualquier situación donde hay un cambio drástico en la vida , cuando se experimenta una de estas pérdidas se elabora el proceso del duelo que consta de 5 etapas el Psiquiatra Jorge Bucay define ;
Etapa del shock o negación: “Esto no está sucediendo. No a mí” se niega a creer que en la pérdida; es una etapa de mucha confusión, puesto que, es difícil aceptar lo que está ocurriendo.
Etapa de la Ira: ¿Quién tiene la culpa? en esta etapa el sujeto entra en la realidad, se deja la negación normalmente. Al inicio de esta parte las personas sienten ira con la vida, con Dios, hay llanto y desesperación.
La negociación y regateo: “Haré un cambio en mi vida, sólo si eso significa que esto no me sucederá”. Se comienza a ofrecer un sacrificio a cambio de que la situación regrese a ser como antes.
Depresión: “Ya no me importa”. Esta etapa es la de la aceptación de la realidad y del dolor que lleva sentir la pérdida, se entiende que no se puede evitar el proceso y que se es impotente para resolverlo.
Aceptación; “Estoy en paz con lo que está sucediendo”. La persona se recoloca en la vida que sigue, comprendiendo que ella no ha muerto, se aprende a vivir con la pérdida, se retoma el camino y algunas actividades que se dejaron al lado, la tristeza se queda a un lado y la serenidad toma su lugar.
El duelo duele
El duelo puede incluir muchas otras emociones como: la ansiedad, ataques de pánico , confusión, desorganización, miedo, culpa, vergí¼enza irritabilidad, aturdimiento. Los síntomas físicos del duelo poden ser: pérdida o aumento de peso, cansancio, diarrea, opresión en el pecho, mareos, falta de aire, ausencia de apetito, taquicardias o dolores de cabeza.
Según Jorge Bucay vale la pena vivir el duelo y cada una de sus etapas, este hace crecer a los seres humanos y transformarse radicalmente, “El camino de las lágrimas es, para Jorge Bucay, í¢â‚¬Ëœel más duro de los caminosí¢â‚¬â„¢. El sendero del dolor, del duelo y de las pérdidas. Aun así es un camino imprescindible. Porque no se puede seguir el rumbo si no podemos dejar atrás lo que ya no está con nosotros”.