Prometeo es uno de los personajes mitológicos que se destacan por su introducción al conocimiento y al fuego hacia la especie humana. Su trasfondo que consiste en la rivalidad y el castigo impuesto por parte del dios Zeus por haberle hecho creer que había consumido la carne de una res sacrificada, cuando había sido realmente el hueso y la grasa del animal, para retirarle los dones ya mencionados a la humanidad. El poeta Esquilo, que se verá a continuación, hace una obra trágica en la que muestra el proceso que llevó a cabo el famoso personaje titán antes de que su hígado fuese desgarrado y consumido por las aves de rapiña; es decir, vemos la reacción de otros personajes que acuden a él como lo es el caso de Hefesto, forjador de las cadenas que tienen atado a Prometeo. Seguido de otros titanes como Océano, esbirros de Zeus, Fuerza y Violencia, o la mortal Ío.

Prometeo es uno de los personajes más entrañables de la mitología griega que hace pensar en las ambiciones que tenemos los seres humanos por mera naturaleza, lo cual, lo vemos dentro de los avances tecnológicos cada vez más avanzados. Tal seria, por ejemplo, el caso del famosísimo Frankenstein, de Mary Shelley, que es denominado como “el Moderno Prometeo”, que demuestra una notabilísima repercusión del personaje mítico dentro de la cultura contemporánea y un reflejo de estos mencionados avances.
El contexto de Prometeo como uno de los titanes, hijos de la diosa de la Tierra Gea y predecesores de los dioses del Olimpo, que desafió y se creyó por completo superior a los dioses cuando se robó el fuego para pasárselo a la humanidad usando el tallo de una cañaheja, el cual es una especie de recurso benéfico que a la vez puede ser sumamente perjudicial, lo que lo convierte en un arma de doble filo. El poeta que se nos presenta a continuación, Esquilo, tiene una visión trágica en el sentido de mostrarnos, al público que presencia la obra, como fue que la ambición y los complejos de superioridad del personaje lo condujeron a formular una especie de arbitraje para llevarlo a la condena que todos ya conocían desde aquel momento; es decir, que nos muestran el procedimiento que da paso al castigo y encadenamiento de Prometeo cuando está a punto de ser picoteado por las aves de presa y terminar con el hígado desangrado.
Dentro del argumento podemos ver la negación del dios herrero Hefesto negándose a forjar las cadenas para condenar a Prometeo y la reacción de parte de Fuerza, el esbirro de Zeus, ante dicha respuesta y recurre a hablar con el protagonista trágico, quien se ofrece de forma melancólica y acepta su destino desgarrador muy a pesar de lo bueno que ha pretendido ser con la raza de los mortales. Para calmarle, el dios le menciona que hay esperanza, puesto a que dice que pronto nacerá Heracles para liberarle.
Luego de que ambos se retirasen y canta un Corifeo junto a Prometeo, aparece en escena el titán Océano, al que le pide que no lo salve de su condena, a pesar de que ambos son titanes porque había conspirado contra Zeus, el enemigo declarado de los titanes y ahora el dueño del cielo y del mundo. También es visitado por una de las amantes del dios supremo: Ío, quien se compadece de él, puesto a que ella había servido como servidora de su cruel esposa, Hera, y cuestiona su castigo. Ella le aclara que estaba condenada a ser una vaca blanca atada, al igual que él; que no es necesario conocer cuando será el momento adecuado para ello, puesto a que él también sabía que algún día, como se había dicho, llegaría alguien que lo libraría por completo de su maldición.
Ambos puntos de vista nos muestran el complejo de superioridad de parte de los dioses ante la dualidad de ambos lados de poderío que tenían entre los humanos mortales y los inmortales y fuertes titanes, asimismo, era una especie de advertencia e historia de índole moral que pretendía reforzar estas cualidades por las que los dioses eran adorados por cuestiones de horror y de respeto inmerecido. Es decir, el mero hecho de aceptar como última vía de seguridad por el mero hecho de pertenecer a cualquier estrado, por decirlo así, en las calas de poderío en la mentalidad y religión griega.
El mito de Prometeo nos hace meditar en nuestras acciones y decisiones a la hora de hacer algún descubrimiento o creación que, sin darnos cuenta, puede llegar hasta echarnos a perder como especie y sufrir las consecuencias a las que se pueden atar. Esto quiere decir a que son, como se había aclarado previamente, una especie de espada de doble filo, y que podría tener repercusiones entre nosotros y nuestros sucesores respectivos. Al fenómeno se le puede añadir, por ejemplo, las inteligencias artificiales o los teléfonos celulares. Sin embargo, y dentro del panorama que se ha revisado, también se debe de tener la conciencia del uso de lo que es el caso del fuego, puesto a que los dioses, o Zeus simplemente según muchas de las tradiciones aseguran, tiene un uso tanto beneficioso como malicioso cuando cae en las manos equivocadas.
Bibliografía:
GRAVES, Robert, Los Mitos Griegos (trad. Esther Gómez Parro). Alianza Editorial, Madrid, 2022, pp. 485-492 [Los Mitos Griegos, vol.1].
Tragedia Grecolatina [En línea]: https://tragediaesay2016.wordpress.com/ [Consulta: 4 de febrero, 2025].
Torrossa [En línea]: https://www.torrossa.com/en/resources/an/5486784# [Consulta: 4 de agosto, 2025].
Foto: https://historia-arte.com/obras/prometeo