Denominada como el fin de la cultura mesoamericana y, supuestamente, incivilizada por parte de los invasores de origen castellano que habían llegado a la tierra que actualmente conocemos como la República Mexicana. Lo que había incitado el cambio y la introducción de una mentalidad completamente distinta a la suya que los ha puesto a pensar esa manera aunada a un complejo de vergüenza y de derrota absoluta. Hoy en día, el gobierno de la República pretende más que nada el demandar las acciones inmorales y nada apropiadas hechas a partir de aquel suceso, así como los que les sucedieron a continuación durante el periodo conocido como el Virreinato de la Nueva España, la otrora joya de la corona de aquel entonces.
Ya sea si se habla del caso de la demanda por la devolución del oro o de simplemente disculparse por los daños irreparables de la intervención constante que acabaron por fomentar a que tanto el Virreinato Novohispano, como el resto de las posesiones dominadas por la Corona en aquel momento, acabasen independizándose por completo para tomar las riendas por cuenta propia para generar su imagen o de alterar la versión ajena por sí mismos. Es esto uno de los casos que, hoy en día, tanto políticos como activistas de índole progresista buscan crear una especie de “Carta Poder” en la que se busque algo más que aparentemente las disculpas de parte del rey de España ante las acciones de sus antecesores. Sin embargo, la respuesta es sumamente contradictoria, ya que el verdadero suceso y la forma en la que los acontecimientos en los que se desenvolvieron los conflictos relatados en la historia oral como en la historia oficial dentro de la educación básica.
Para ello es sumamente importante señalar el hecho de que, previamente a la llegada de los españoles, la zona que comprende gran parte del Istmo de Tehuantepec estaba dominada por el poderoso y muy influyente Imperio Mexica, también llamado como azteca, el cual exigía tributo a los pueblos a los que iba conquistando y sometiendo, entre ello se encontraba una serie de prisioneros para los sacrificios religiosos, y la opresión que ejercía el Huey Tlatoani del momento. El disgusto de los nobles sometidos al monarca eran sumamente comunes, puesto a que suponía una centralización de un pueblo extranjero, chichimeca o bárbaro para el resto de las culturas; que sería sumamente irónico el hecho de que pudiesen aceptar como aliados a los extranjeros castellanos. Lo que significa que esta alianza supone el fin absoluto del dominio mexica de la zona.
Aproximadamente, más del 80 % de las tropas que había reunido Hernán Cortés para la búsqueda de la tan nombrada ciudad de Tenochtitlán estaba conformada por guerreros indígenas que estaban sumamente hartos del gobierno del tlatoani y de la opresión que ejercían los recaudadores del tributo que tanto exigían con las típicas excusas religiosas de siempre. Una pieza que ha servido como arma esencial no ha sido el hecho de contar con armamento superior a las rudimentarias empleadas por los indígenas enemigos; aparte de la viruela y las enfermedades que pudieron diezmar a gran escala la población del Nuevo Mundo, ha sido la religión la que ha fomentado el pensamiento tanto antes como durante el periodo del Virreinato. De no ser por ella, probablemente, la población indígena hubiese sido erradicado por completo, ya que, aun en la actualidad, esta porción sigue practicando la fe cristiana como principal a pesar de los cambios donde mantienen ciertas tradiciones de antaño.
![La Virgen](https://www.elhumanista.net/media/2024/11/la-virgen.png)
Es decir, que la conquista tuvo más que ver con una liberación de parte de los pueblos originarios ante una autoridad para pasar a otra completamente diferente en todos los aspectos posibles. La fe católica, por su parte, está relacionada con el aspecto vinculante del que serían tanto estudiados como asimilados los mitos y creencias de estos pueblos para llegar a la formulación de elementos y figuras sumamente parecidas para mantener estas respectivas tradiciones desde un punto de vista cristiano. Es decir; por ejemplo, el dios Huitzilopochtli fue asimilado con el mismísimo Jesucristo por haber nacido de una mujer humana, de la cual surge la tan conmemorada Virgen de Guadalupe.
Bibliografía:
—De Gómara, F. L., & Lacroix, J. G. (1979). Historia de la conquista de México (Vol. 2).
Fundación Biblioteca Ayacuch.
—Ayluardo, C. G., & García, A. R. (2019). Iglesia y religión: la Nueva España. Fondo de Cultura Económica.
—Imagen: María Esquivel, C. (1856). El Nuevo Amo de Tenochtitlán. [Pintura]. Museo de Bellas Artes, Zaragoza, Ciudad de México. https://museopalaciodebellasartes.inba.gob.mx/
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