“A diestra y siniestra” tiene sus orígenes dentro del campo del arte de la guerra antigua, especialmente, en el uso de la espada (o la lanza en algunos casos) y el escudo. Tanto en la Edad Antigua como en gran parte de la época medieval se contó con la norma importante de portar el arma vital con la mano derecha para tomar los objetivos cruciales y se dejaba la izquierda para el uso de la defensa secundaria, como el caso del escudo, o se usaba como apoyo a la principal; cosa que se veía en las falanges macedónicas de Alejandro Magno para tomar las largas picas o las espadas largas a finales de la Edad Media para aprovechar el empleo de las armaduras de placas completas.
Durante la Edad Media no se podía ser zurdo, legalmente, por lo que a la izquierda se le consideraba una señal de mal augurio al oponerse por completo al lado considerado como positivo y de auxilio, por eso a la derecha se le conoce como diestra y, posteriormente, a los usuarios que cuentan con la facultad de dominar este lado del cuerpo (en vez de tratarse de una cuestión mayoritaria). Por lo que se vio muy influenciada tanto en las tropas militares, como en el caso de los caballeros, y en los torneos en general. Y en el caso de los sacerdotes también se contaba con esa condición para poder operar con el favor tanto de los apuntes como la transcripción de textos y el estudio de los conocimientos, tanto en las iglesias, en los monasterios, o las universidades.
Para datar un origen exacto supondría recurrir a los romanos, por ser precursores de la época, sin embargo, es su mayor influencia y base de sus formas de pensar la civilización griega como pieza de tanto Occidente como del resto de los posteriores reinos europeos que se vieron influenciados. No se trata de filosofía ni de cultura política, sino de su influencia en el ámbito religioso, es decir, de su amplia mitología.
Antes del nacimiento de los mayores dioses griegos (Zeus, Hades y Poseidón), los titanes y el resto de los hijos de la Madre Tierra (Gea) y Urano iniciaron una rebelión contra su padre tras haber mantenidos cautivos a los Cíclopes y a los Hecatónquiros en el Infierno para que no vieran luz. Su madre manda hacer, otros dicen que ella misma la hizo, una hoz de pedernal y reunió tanto a Cronos (uno de los titanes) y a sus hermanos para mandar a matar a su padre. Entonces, tras una emboscada, Cronos logró vencer a su padre castrándolo con la hoz de pedernal, mientras que otras personas aseguraban a que había aprovechado de que se encontraba profundamente dormido (como ocurrió mucho después con Odiseo con el Cíclope Polifemo).
Posteriormente, sería destronado por sus propios hijos también, es decir, por Zeus, Hades y Poseidón tras una nueva rebelión donde tanto él como el resto de los titanes serían condenados al Tártaro, lugar donde reinaría Hades como el dios del Infierno. A Crono se le asocia como el dios de la cosecha, por tal razón había estudiosos y contemporáneos que consideraban a que había sido enviado a gobernar los Campos Elíseos. Por tal razón se le comenzó a achacar a la mano izquierda como señal de mal augurio por haber castrado a su padre con dicha mano, y cada vez que, por ejemplo, se hacía un acuerdo, siempre se tenía que dar la mano derecha para pactar.
Tras la dominación romana en Grecia, se crea al Dios Saturno, quien era conocido por haber devorado a sus hijos para luego ser revelado de parte de los restantes que ayudaron a rebelarse contra él. Un paralelismo con el Zeus bebé; donde engañan a Urano para tragarse una piedra cuando el verdadero estaba oculto y sería quien, como ya se mencionó, lo derrotaría. Y con la conversión al cristianismo, en el siglo IV d. C., esta tradición perduró de generación a generación, hasta nuestros días seguimos relacionando estos términos sin ni siquiera comprender bien del todo la relación o el trasfondo cultural o mitológico, aunque suene algo excluyente con la gente zurda.
Bibliografía:
Graves, R. (1985), 6. La Castración de Urano, 7. El Destronamiento de Crono. En Los Mitos Griegos 1 (pp.52-64). Alianza Editorial.
Vasari, G. (1564). Crono castrando a su padre Urano [Pintura]. Palazzio Veccio, Florencia, Italia. http://www.florence-guide.it/en/images/virtual-tour/piazza-signoria