Reconocido por sus fechorías sexuales y sus obras literarias, que carácter que podríamos tachar de pornográficas, el Marqués de Sade ha dejado un amplio legado que va más allá de simplemente proporcionar el concepto de “sadismo”; para el hecho de sentir placer por infligir daño hacia otras personas. Sin embargo, con el estudio de sus obras donde relata mucho de su filosofía y modos de pensar y de entender el mundo real se desprende una increíble gama de datos que pueden cambiar por completo la forma en la que se suele percibir, por lo general, a las personas a las que tachamos de diferentes o, en algunos casos extremos, como locas o dementes.
Donatien Alphonse François de Sade, su nombre completo, formó parte de la corte del rey Luis XIV de Francia, así como su sucesor del mismo nombre, y fue encarcelado tanto por él y luego por los posteriores gobiernos como la Primera República y el gobierno de Napoleón Bonaparte, hasta su muerte en 1814. A lo largo de su juventud había servido como teniente dentro de las filas del ejército real y en el resto de su vida, en libertad, fue tachado de misógino y acosador, así como los escritos en los que mostraba mucha de esta mentalidad sumada a las críticas que hacía constantemente a la Iglesia Católica, tachando y criticando la imagen de Dios como inexistente.
Todo para asegurar a que el ser humano era completamente libre de tomar las decisiones al respecto sin importar que se traten, por lo tanto, de los vicios puesto a que cuando los descubrimos o adquirimos estamos completamente apegados a ellos y es completamente absurdo recurrir a la divinidad o a cualquier método para librarse de ellos. Con ello se refiere a las cosas prohibidas, puesto a que el simple hecho de escucharlas nos genera un morbo tremendo que se alimenta de la curiosidad absoluta que nos hace caer, sin darnos cuenta, en problemas sumamente graves para nosotros u otras personas. Tal cual lo dice el mito de la Caja de Pandora.

Obras como “Los 120 días de Sodoma” nos relatan una especie de retiro orquestada por un puñado de nobles y sacerdotes para acometer actos sin ninguna clase de pudor durante, como aclara el título, unos cuatro meses. Fue escrito cuando el Marqués estaba encarcelado en la Bastilla y se convirtió en uno de los libros prohibidos por la Iglesia hasta su publicación, en 1902, aproximadamente; por lo que tanto esta obra como las demás suyas o parecidas nos permiten generar una especie de acercamiento a ciertas formas de pensar para hacernos llegar a la conclusión de que no todas las personas, aparte de pensar diferente, también tienen en su haber formas y experiencias que pueden ser entendidas con claridad a través del uso del arte o, en este caso, la palabra escrita (aun siendo mera ficción).
Bibliografía:
Laclau, A. (Ed.).(2023) Marqués de Sade: Obra Selecta. Ciudad de México, Editores Mexicanos Unidos, Colección Fractales.
Imagen: Retrato del Marqués de Sade a los veinte años, por Charles-Amédée-Philippe van Loo (1760).
https://www.libertaddigital.com/cultura/libros/2017-12-19/francia-declara-tesoro-nacional-los-120-dias-de-sodoma-1276610888/