Podría sonar completamente lógico pensar en que el símbolo asociado a la extinción de especies tuviera muchísimo que decir acerca de nuestras acciones para la introducción de nuestra civilización en todo tipo de ecosistemas existentes. Aún, en la actualidad, la expansión masiva de la industrialización se encuentra en un punto masivo en el que hasta intervienen desde los debates entre distintos científicos de todos los lados del charco y de debates entre políticos de todas las naciones existentes. Lo que ha conllevado ciertos alineamientos y reglamentos al respecto hacia las empresas y macroempresas industriales, así como dentro de los territorios donde sirven como hábitat natural de ciertas especies (como el caso notorio de las naciones africanas o las del Polo Norte).
Cuando se piensa en extinciones causadas por el hombre, comúnmente, viene a la imagen la de los mamuts y otras criaturas de la denominada Era de Hielo. Sin embargo, el caso del pájaro dodo tiene mucho más que decir puesto a que se trata de una extinción, relativamente, reciente y que tuvo sus motivos debido a la intervención directa del ser humano que, de las causas, por decirlo así, naturales (como el cambio climático) o por cualquier tipo de desastre de la misma índole. Se trata de un ave que solía habitar en los bosques de la pacífica Isla Mauricio, en el Océano Índico, que llegaba a medir más de un metro de altura y un abultado cuerpo debido a su falta de volar gracias a la inexistencia de depredadores de cualquier tipo lo que lo convertía, técnicamente, en un ave completamente vulnerable a todo intruso.
Esto fue exactamente lo ocurrido cuando los colonos holandeses llegaron a la isla, a finales del siglo XVI, y llegaron a introducir no solamente su tecnología punzante y la construcción de viviendas aunada a la deforestación sino la introducción de especies ajenas como ganado y, por supuesto, los sabuesos. Estos que llegaron a acaparar la alimentación y la cacería furtiva de sus dueños respectivos. En menos de cien años, en 1662, se mantuvo al único ejemplar vivo en cautiverio que terminó, desafortunadamente, fallecido, acabando por completo con esta especie. Los colonos se “disculparon” alegando a que este pájaro era un animal completamente estúpido (que eso significa el nombre con el que fue acuñado), sin embargo, los estudios recientes aseguran a que era un ave completamente diferente a lo que tanto ellos como los posteriores investigadores creían.
Ya que al ser un ave que se había adaptado a un ambiente tranquilo y sin ningún tipo de amenaza, no pudo hacer frente a los humanos que invadieron su territorio. Lo que debe quedar en claro para las posteriores generaciones acerca de nuestras acciones como especie dominante del planeta; hacernos responsables de lo que hacemos para defender tanto las especies con las que compartimos nuestro mundo para que nosotros también podamos permanecer vivos y completamente lejos del borde de la extinción junto a los animales que nos son compañía en nuestros hogares (mascotas) como los que solemos consumir a diario (ganadería y pesca).
.Bibliografía:
https://www.excelsior.com.mx/trending/cientificos-descubren-que-el-pajaro-dodo-era-en-realidad-muy-poderoso/1669016
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Segunda imagen: National Geographic.