Por una ventana de una casa ven los vecinos a un viejo caminar por la calle. Se le ve siempre a la misma hora, sin falta, pues se trata de un hombre disciplinado que apenas mide 1,5 m, tiene un pecho deformado y muy mala salud, pero jamás omite su caminata por la calle “El camino del filósofo” nombrada de tal forma, de hecho, en honor a ese mismo viejo que la recorre todos los días. Ese anciano se llama Immanuel Kant, y, a pesar de su edad, es tan inteligente, importante y conocido que se le consulta sobre cualquier tema, como si se tratase de un oráculo que proveerá siempre las respuestas más racionales1.
Immanuel Kant es un hombre curioso. Tiene una desfiguración desde pequeño que le encorva; ha sido soltero y jamás ha tenido una relación con una mujer, es más, repudia la intimidad con las mujeres. Vive sin lujos ni ostentaciones; en parte porque jamás ganó mucho dinero y en parte porque su educación religiosa se fundaba en la austeridad. Su pensamiento se enfoca en reducir todo a imperativos racionales para generar una explicación por medio de la lógica, y lo utiliza, incluso para planear sus cenas de gala:
Kant da su plan maestro para un gran momento en su Antropología desde un punto de vista pragmático. En esta gran obra, Kant afirma que el número de acompañantes no debe ser inferior al de las Gracias, ni superior al de las Musas, para optimizar la calidad de la experiencia tanto para nuestros estómagos como para nuestras mentes. Es decir, debe haber al menos tres comensales para que la conversación fluya, pero no más de nueve para evitar la división en grupos más pequeños.
Y, muy importante, “lo que se dice en la mesa, se queda en la mesa”. Debe haber contratos sociales implícitos de confianza y seguridad para permitir a la gente la libertad de articular sus pensamientos sin inhibiciones.
Kant recomendaba una conversación de tres platos para acompañar una comida de tres platos. El entrante es el intercambio de noticias o cotilleos, el plato principal es un animado debate con múltiples opiniones expresadas y ¡guarda la comedia para el postre! (School of philosophy, psychology & language sciences,2019)
El ingenio de Kant se traspasó a las obras científicas y filosóficas que produjo durante su vida. De joven produjo varias obras que trataban temas de fuerza, movimiento de combustión, del movimiento de la tierra, del origen de los vientos y tres acerca de los terremotos; su obra más importante durante su juventud fue la «Historia Natural General y Teoría de los cielos» donde propone, correctamente, una hipótesis del origen del sistema solar por medio de nébulas 2. Sin lugar a duda, las obras más importantes de Kant en donde puede notarse su ingenio y que podría decirse que son aquellas que lo han inmortalizado, es la trilogía crítica: «Crítica de la razón pura», sobre la naturaleza del conocimiento, «Crítica de la razón práctica», sobre la ética, y «Crítica del juicio», sobre la teleología y la estética. Las tres obras podrían definirse como un estudio del uso de la razón; es decir, la razón estudiándose a sí misma. La crítica de la razón pura es quizá la más conocida, pero “le sirvió a Kant como un preliminar para la ética” (Goldthwait, 1959).
La crítica de la razón práctica es una obra de arte de la filosofía. Es un estudio sistemático sobre los motivos por los cuales el humano debe actuar con base en reglas morales; es una búsqueda para plantear el uso de la razón sobre los deseos y la definición de las reglas morales con las que debamos comportarnos. Si se pudiese resumir toda la obra en una frase importante podríamos decir que «se debe tratar siempre al humano como fin y no como un objeto».
Sin embargo, Immanuel Kant parece no haber acatado su propia regla, y en diversas ocasiones catalogó a personas, o, más bien, poblaciones enteras como objetos que no servían para la humanidad. En una publicación de Kant de 1785 llamada «Bestimmung des Begriffs einer Menschenrasse» busca determinar 4 distintas razas humanas por color de piel. Otro de sus documentos, la «Geografía Física» que no es más que una transcripción de una conferencia impartida por él, dice las siguientes frases:
La humanidad se encuentra en su mayor perfección en la raza de los blancos. Los indios amarillos ya tienen un talento menor. Los negros están muy por debajo, y una parte de los pueblos americanos son los más bajos.
Los negros de África no tienen ningún sentimiento de la naturaleza más allá de la mísera escalera… muy vanidosos y tan habladores que hay que ahuyentarlos a golpes.
(Lieder, 2021)
De cualquier forma en que se vea, Kant poseía opiniones y análisis racistas, pues veía la humanidad como distintas razas con distintos niveles de inteligencia. Siendo él parte del mundo blanco europeo, no es anormal darnos cuenta de que mirase con desdén a otros que no fueran blancos y que lo justificara (racionalmente, pero erróneamente) por la falta de talento que tenían los demás en comparación a ellos hasta esa época, pues eran, predominantemente, los que producían ciencia y conocimiento.
Kant era, sin lugar a duda, brillante. Su filosofía fue vital para la maduración del pensamiento humano y el desarrollo de diversas materias de la filosofía. Su filosofía moral es uno de los mejores sistemas éticos que se han desarrollado, pero él no pareció vivirlo muy de cerca. El filósofo insiste que debemos de tratar a los humanos como fin y no como a medios u objetos, pero los reduce a instrumentos que, según él, no poseen raciocinio y que, por ello, no tienen la posibilidad de ser autónomos. Dentro de sus teorías de la raza, analiza ciertos humanos como si se tratasen. Efectivamente, de objetos, como si se olvidase que son parte de la humanidad.
Esto no hace, sin embargo, que sus enseñanzas, estén incorrectas. Que una persona sea mala o racista no hace que, cuando este diga que 1+1=2, esté en lo incorrecto. Debemos, simplemente, ser mejores que Kant y utilizar su moral como él nunca hizo y tratar a los humanos como fin, y no como un medio.
Notas:
1 (Duignan 1998)
2 (Goldthwait, 1959)
Referencias
Duignan, Brian (1998) Immanuel Kant. Consultado el 21 de octubre del 2021. Disponible en: https://www.britannica.com/biography/Immanuel-Kant/
Goldthwait, John (1959). Introduction to Observations on the Feeling of the Beautiful and Sublime. University of California Press.
Lieder, Marianna (2021). Kant und der Rassismus. Philosophie Magazin.
School of philosophy, psychology & language sciences, (2019). Consultado el 21 de octubre del 2021. Disponible en: https://www.ed.ac.uk/ppls/news/come-dine-with-kant